La primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra, se negó este martes a ceder a la presión de los manifestantes que siguen pidiendo su dimisión a pesar del anuncio de elecciones anticipadas y reclamó el fin de la “revolución popular”.

Los manifestantes, una alianza heterogénea de clases altas de Bangkok vinculadas a la oposición y de grupos ultramonárquicos, piden desde hace un mes en la calle el fin de lo que llaman “el sistema Thaksin”, el nombre del hermano de Yingluck.

Unos 7.000 manifestantes se congregaron en la ciudad el martes exigiendo la renuncia del gobierno, la mitad menos que los 140.000 manifestantes del lunes.

A pesar de su exilio, el ex primer ministro, derrocado por un golpe de Estado en 2006, sigue siendo una pieza clave de la política del país. Tiene el apoyo incondicional de las masas rurales y urbanas pobres pero es odiado por las élites de la capital, que lo consideran una amenaza para la monarquía.

El lunes, para tratar de poner fin a esta crisis política, Yingluck Shinawatra anunció la disolución del parlamento y elecciones anticipadas en febrero como pedían los manifestantes, pero los opositores decidieron seguir en la calle.

“Los manifestantes han hecho lo que querían y he disuelto el parlamento para devolver el poder al pueblo”, dijo la jefa del gobierno a la prensa tras una reunión de su gabinete el martes por la mañana.

“Por eso ahora quiero pedirles que paren y que utilicen el sistema electoral para elegir al próximo gobierno”, añadió la primera ministra, insistiendo en que su gobierno está obligado legalmente a mantenerse hasta las nuevas elecciones.

Yingluck Shinawatra, visiblemente afectada, reaccionó a la exigencia de los manifestantes de que su familia abandone Tailandia. “Retrocedí todo lo que podía, sean un poco justos conmigo”, exclamó.

El principal partido opositor, el Partido Demócrata, cuyos 150 diputados renunciaron a sus cargos el domingo, todavía no reaccionó al anuncio de nuevas elecciones. Pero algunos analistas consideran que boicotearán los comicios.

El partido en el poder Puea Thai, que según los expertos podría ganar las elecciones, indicó que Yingluck Shinawatra volverá a encabezar su lista electoral pero la primera ministra no lo confirmó el martes, indicando que todavía no lo había discutido con los dirigentes de su organización.

Los partidos favorables a Thaksin, varias veces disueltos por la justicia, ganaron todas las elecciones desde hace más de diez años, pero desde 2006, ninguno de los gobiernos vinculados al multimillonario pudo terminar un mandato, expulsados por intervenciones de la justicia o del ejército, acompañadas de manifestaciones.

El movimiento de protesta actual fue desencadenado por un proyecto de ley de amnistía que, según sus detractores, hubiera permitido el regreso de Thaksin, exiliado para escapar a la prisión por malversaciones financieras.

A pesar de que el Senado rechazó ese proyecto, las protestas siguen aumentando. La semana pasada, varios ministerios y administraciones fueron ocupados y hubo un intento de tomar la sede del gobierno que desembocó en enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.

La violencia callejera ha dejado hasta ahora cinco muertos y más de 200 heridos.