En una sala del Tribunal de Justicia de Rio de Janeiro, 130 parejas homosexuales se dieron el “sí” en una boda colectiva la tarde de este domingo, en los primeros matrimonios civiles homosexuales de esta ciudad.
“Soñaba con casarme con ella desde que la conocí”, declaró emocionada al sitio de noticias G1, Viviane Soares Lessa de Faria, de 38 años, sonriendo y mirando a su esposa Joseli Cristina Lessa de Faria, de 45.
El hijo de Joseli, Rafael de 29 años, fue el padrino de la boda.
“Queríamos garantía de derechos, entre ellos los laborales. Necesitamos tener igualdad en relación a las parejas heterosexuales”, comentó de su lado Giuseppe Laricchia, de 21 años, que se casó con su novio Flavio, de 26.
Antes, en 2011 y 2012, sólo se habían realizado ceremonias civiles de unión estable en Rio de Janeiro. “Hoy marcamos una victoria política”, celebró Cristina Gaulia, una jueza del tribunal.
“Este es el primer casamiento civil del estado”, comentó por su parte Claudio Nascimento, un superintendente del Programa Estadual Rio sin Homofobia.
A mediados de mayo la justicia brasileña determinó que las oficinas públicas que celebran casamientos no podrán rechazar a parejas gay que deseen casarse, a pesar de que el Congreso no ha aprobado una ley al respecto.
La decisión fue adoptada por el Consejo Nacional de Justicia, una institución pública que vela por la autonomía del Poder Judicial.
La unión estable de parejas homosexuales fue reconocida hace dos años por la Corte Suprema, que les garantizó los mismos derechos que a las heterosexuales. Hasta ahora, algunas oficinas públicas -subordinadas a la justicia estatal- aceptaban la solicitud de casamiento de parejas homosexuales, pero otras la negaban.
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