El presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió el sábado la clausura de una ONG ambientalista, acusada de intentar agredir al embajador chileno en Quito, Juan Lira, durante una manifestación contra la explotación petrolera de la Amazonía.

Las ONGs “tienen derecho a mostrar su punto de vista, pero no a utilizar la violencia. Por esos actos de violencia, alguien tiene que hacerse responsable y quién convocó a las manifestaciones fue la Fundación Pachamama”, dijo el mandatario durante su informe semanal de labores.

El sábado pasado, Correa, apoyado en videos oficiales, acusó a los miembros de Fundación Pachamama de acosar e intentar agredir al diplomático chileno, que había asistido a una reunión donde participaron empresas de ese país, Bielorrusia, China y España por una licitación de campos petroleros en la Amazonía de Ecuador.

El miércoles, el ministerio del Interior clausuró las instalaciones de la Fundación Pachamama, en funciones desde hace 16 años, retiró su permiso de funcionamiento y cerró sus oficinas aduciendo “injerencia en las políticas públicas” y “atentado contra la seguridad interna del país” por parte de la ONG.

Correa aseguró que miembros de su gobierno habían mantenido reuniones con la ONG “porque no es la primera vez que ocurre algo así, ellos estaban advertidos” de una posible clausura.

“Las ONG no están para hacer política ni para protagonizar actos de violencia. Si quieren hacer politica, que sean partidos políticos, sino están atentando contra la democracia”, sostuvo.

Belén Paéz, presidente de Fundación Pachamama, negó el miércoles las acusaciones del gobierno y aseguró a la AFP que “no es real que nosotros hemos estado participando en actos violentos y agresivos”.