Decenas de personas murieron durante la semana en una oleada de violencia interétnica en el norte de Kenia, fronterizo con Etiopía, anunciaron este sábado varias ONG y los medios de comunicación.

El diario Standard brinda un balance de 27 muertos en actos violentos cerca de la ciudad de Moyale, en la provincia de Marsabit, cerca de Etiopía.

Jafer Isaak, que milita por el fin del tribalismo, estimó entre 70 y 120 el número de víctimas mortales.

Una organización independiente, que pidió mantener el anonimato, afirma que hay “decenas” de muertos.

En la oleada de violencia, registrada sobre todo en los alrededores de Moyale, varias aldeas fueron incendiadas y muchas familias tuvieron que huir al otro lado de la frontera.

El diario asegura que este sábado aún se libraban violentos combates. En Moyale se veían elevarse columnas de humo hacia el cielo y se escuchaban disparos de armas pesadas. Además, helicópteros sobrevolaban la ciudad.

El embajador de Suiza en Kenia, Jacques Pitteloud, declaró haber contactado con otros representantes de países europeos para organizar conversaciones de paz entre las comunidades rivales.

“La gente muere, las personas se ven obligadas a cruzar la frontera, hay aldeas incendiadas, casas saqueadas. Hay que parar esto antes de que degenere, es importante que se hagan esfuerzos por la paz”, declaró Pitteloud a la AFP.

El conflicto opone a la comunidad Borana, tradicionalmente mayoritaria en la región desde la independencia de Kenia hace 50 años, con las comunidades Rendille, Gabra y Burji, que formaron un grupo llamado ReGaBu y emergen como una fuerza política dominante.