Distintas reacciones causó en el Congreso la decisión anunciada por el ex candidato presidencial y senador de la UDI, Pablo Longueira, de retirarse de la política a la cual estuvo vinculado por 35 años. Los congresistas destacaron el rol que cumplió el dirigente del gremialismo en situaciones complejas, que permitió la búsqueda de acuerdos en beneficio de todo el espectro político.

Desde la Nueva Mayoría surgieron distintas reacciones luego que Longueira confirmara su salida de la vida política para ingresar al mundo privado, en medio de su recuperación por la depresión que padece, y que gatilló su bajada como abanderado del oficialismo.

La primera personera de oposición en comentar lo sucedido, fue la candidata presidencial Michelle Bachelet, quien valoró el liderazgo político que Longueria tenía al interior de la UDI, destacando la búsqueda de acuerdos.

“Pablo (Longueira) ha sido un líder muy comprometido por Chile, y espero que donde el decida estar, pueda seguir contribuyendo al país”, señaló la postulante a La Moneda.

Parlamentarios de la Nueva Mayoría presentes en el Congreso, por su parte, mostraron su confianza en que el ex secretario de Estado se recupere de su depresión durante su alejamiento de la política, pero también hicieron augurios de cómo la UDI debe enfrentar este retiro de uno de sus líderes emblemáticos.

En ese sentido, el diputado DC Jorge Burgos, señaló que los partidos deben tener la capacidad de renovar sus liderazgos y que los efectos políticos de esta decisión al interior del gremialismo se verán con el tiempo.

Por otro lado, el análisis se basó en los efectos de esta decisión a poco menos de diez días de la segunda vuelta presidencial, especialmente en el comando de la candidata oficialista Evelyn Matthei.

Al respecto, el senador Ricardo Lagos Weber sostuvo que si bien los complica por el momento, enfatizó que la abanderada presenta otras debilidades “estructurales”.

Desde la Nueva Mayoría recordaron la intervención de Longueira en episodios complejos como el escándalo MOP-GATE durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar, como también la inscripción de candidatos de la Democracia Crisitiana tras un error de procedimiento desde la tienda falangista.