Bajo la batuta de Paolo Bortolameolli –joven promesa de la dirección orquestal nacional–, la Orquesta Filarmónica de Santiago recomenzó en una brillante jornada ante unos 3 mil espectadores, su Temporada de Conciertos 2013. Lo hizo en el Teatro Caupolicán en remplazo de su sede habitual del Teatro Municipal, actualmente en reparaciones.

El concierto fue dirigido con gran aplomo, capacidad de conducción y grandes virtudes técnicas, por el joven maestro nacional Paolo Bortolameolli y contó con la presencia de la destacada pianista lituana Muza Rubackyté.

La programación, que se indica a continuación, estuvo dedicada a los 100 años de ‘La Consagración de la primavera’, obra de suma importancia en el bagaje de composiciones afamado del músico ruso:

Director: Paolo Bortolameolli
Solista: Muza Rubackyte, piano

Programa

Claude Debussy.
Preludio a “La Siesta de un Fauno”

Sergei Prokofiev
Concierto para piano nº 3 en do mayor, Op. 26

Ígor Stravinsky
La Consagración de la Primavera

En líneas generales, tanto orquesta como director y solista, estuvieron a gran altura en una aplaudida jornada. Muza Rubackyté fue una ejecutante plena de colorido y dominio instrumental y fue muy aplaudido, ofreciendo como ‘encore’, una pieza de Schubert.

Bortolameolli fue un conductor con prestancia y conocimientos pese a ser muy joven. Su actuación al mando de la Filarmónica fue un compendio de virtudes, incluyendo la dirección sin partitura de ‘La Consagración de la Primavera’, en que se entendió de maravillas con sus dirigidos, de sólida formación profesional que respondieron plenamente a los requerimientos y dificultades que ofrece esta obra de Stravinsky, considerada por muchos expertos, como la mejor del pasado siglo XX.