Un nuevo estudio comprobó que los perros poseen un sistema de comunicación de gran complejidad, donde los ladridos están cargados de significados que a veces sus pares e incluso los humanos pueden decodificar.

Los científicos Brian Hare y Vannesa Woods, pertenecientes a la Universidad de Duke (EEUU), llevaron a cabo una seguidilla de experimentos que comprueban que los canes mantienen un elaborado lenguaje.

Así como los humanos podemos vocalizar, estos animales, conocidos como “los mejores amigos del hombre”, también tienen esta facultad. Si bien no con la misma sofisticación humana, “la movilidad de sus cuerdas vocales les permite alterar su voz para producir diferentes sonidos con distintos significados”, informó el sitio de National Geografic en español.

Pese a lo anterior, la investigación arrojó que este tipo de comunicación no es exclusiva entre canes. Así lo demostró una prueba en la que un grupo de personas debían escuchar varios tipos de ladridos y calificarlos como amistosos, agresivos, de soledad o causados por la presencia de un extraño. La mayoría acertó positivamente.

El estudio demostró que los ladridos y gruñidos varían según el contexto, así como también determinaron que los ladridos han sido el resultado de la domesticación canina, pues lo lobos raramente lo hacen.