La institución del Servicio Militar lleva más de 100 años en nuestro país, pero sólo hace 33 años las mujeres chilenas lograron acceder a él.

En 1979 se dictó por primera vez en Chile el Servicio Militar femenino. Fueron 120 voluntarias que se trasladaron hasta la comuna de San José de Maipo, para recibir el entrenamiento castrense que las acompaña hasta el día de hoy.

Desde ese año, miles de mujeres se inscribieron a razón de 120 conscriptas por curso. Hoy son, aproximadamente 777, lo que muestra la alta popularidad e interés de las jóvenes chilenas.

Cuando comenzó todo, en 1979, había una mujer con 17 años que vio cómo su género se empoderaba. Nancy Tolosa, quien motivada por una prima, acudió a la Dirección General de Movilización Nacional, en donde postuló a lo que sería el principio del resto de su vida.

Con cerca de 5.000 postulantes, Nancy jamás pensó ser una de las 120 beneficiadas para conformar la segunda generación femenina en realizar el Servicio Militar, por lo que con 18 años comenzó su entrenamiento.

Nancy recuerda con emoción esos años, comentando que “los valores entregados hace más de tres décadas jamás se olvidarán; uno tiene la opción de reforzar y aprender cosas tan importantes como la amistad, la lealtad, el amor a la patria y ayudar y apoyar a otros sin ningún interés”, agrega.

Nancy no es la única, y tras 4 años que llevaba el Servicio Militar para mujeres Audolia Huircapán decidió acercarse a la DGMN a postular. Ella, siendo la mayor de 3 hermanos da el ejemplo y tal como lo había hecho su padre, se inscribió como conscripta.

Audolia, rescata de esa época los lazos de amistad que se crearon con sus compañeras, que se mantienen por 30 años, “somos verdaderas hermanas”, destaca. Todas compartieron sus alegrías y tristezas, sus problemas y satisfacciones, además de las distintas situaciones que fueron pasando durante ese año, las que Audolia Huircapán, resume en una experiencia.

Estas dos mujeres no sólo tienen en común el hecho de haber cumplido su Servicio Militar, además comparten la satisfacción de servir a la patria hasta la actualidad, gracias a que ambas hicieron carrera en el Ejército hoy son Oficiales de Reclutamiento en diferentes partes del país.