Miles de documentos “susceptibles de comprometer al gobierno de su Majestad” fueron destruidos durante la ola de independencia del Imperio Británico entre 1950-1960, especialmente en Malasia, Kenia y Jamaica, confirmaron numerosos archivos oficiales desclasificados este viernes en Londres.

La retirada del secreto de la correspondencia de la administración colonial da cuenta de la amplitud de la purga, bautizada como “Operación Herencia”, destinada a deshacerse de informes comprometedores de los servicios secretos o de la policía.

Las consignas oficiales durante la independencia de Kenia, en 1962, tenían como objetivo cuatro tipos de documentos: los “susceptibles de comprometer al gobierno de su Majestad y a otros gobiernos”, así como a “la policía, el ejército, los funcionarios y otras personas, entre ellos los informadores”.

También los que “incriminaran a los servicios secretos” y los que “pudieran ser utilizados de forma contraria a la ética por ministros de gobiernos que aseguraran la sucesión”.

Algunos documentos fueron llevados a Reino Unido para destruirlos allí, pero muchos fueron tratados en el lugar, quemándolos o arrojándolos al mar. Algunos, por el contrario, evitaron caer en el proceso de limpieza.

El descubrimiento el pasado junio del contenido de unas cajas olvidadas por el Foreign Office contribuyó a indemnizar a varios miles de kenianos, casi 60 años después de la represión de los Mau Mau, un capítulo especialmente oscuro de la historia colonial británica.

“El Gobierno reconoce que se sometió a los kenianos a torturas y a otras formas de malos tratos cuando estaban en manos de la administración colonia”, reconoció entonces el jefe de la diplomacia británica, William Hague.