Pronto a cumplirse dos meses de la desaparición de la aeronave con cinco ocupantes en Tirúa, los familiares todavía esperan el resultado de los últimos peritajes al trozo metálico que pertenecería al Cessna 172. En tanto, la familia de dos de los desaparecidos gestionan el traslado de un psíquico que asegura conocer el paradero de los restos.

En la actualidad, la zona de Tirúa no muestra el impresionante operativo desplegado tras la desaparición de la avioneta con cinco ocupantes, consistente en el piloto y cuatro turistas que salieron desde el complejo del primero, al sur de isla Mocha el domingo 6 de octubre.

Lo último conocido fue la información proporcionada por el fiscal jefe de Lebu, Danilo Ramos, quien señaló a los familiares que la primera parte de los peritajes al trozo metálico encontrado por un lugareño en Tranicura, 12 kilómetros al sur de Tirúa, indicaban que tenía altas probabilidades de corresponder a la aeronave.

Así, resta conocer el resultado del peritaje químico, sostuvo Cecilia Sufray, madre de Leslie Roa, la única mujer a bordo de la aeronave.

El Ministerio Público también aguarda informes solicitados a la Dirección General de Aeronáutica Civil, sobre características del Cessna 172.

Por su parte, Cecilia Sufray tampoco descansa. Junto a la madre de Erick Arriagada, el amigo que acompañaba a Leslie, gestionan con la Fiscalía de Lebu el traslado a la zona de un psíquico que asegura conocer el punto donde se encuentra el monomotor.

Mientras, una amiga de Cecilia en Tirúa manifestó que sólo una patrullera marítima recorre la zona.

Este sábado, los cercanos a Leslie Roa le rendirán un homenaje a la estudiante de un magíster en Ciencias, en la facultad respectiva de la Universidad de Concepción.

Luego, para el viernes 6 de diciembre cuando se cumplan los dos meses de la desaparición, las familias concurrirán a Tirúa para recordar a sus seres queridos.