Plenas garantías de trato igualitario en una eventual nueva Constitución Política, prometió este miércoles la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet a un grupo de jóvenes profesionales evangélicos que llegaron hasta su comando a exponer las principales demandas de este grupo religioso.

La ex mandataria recalcó que un Estado laico es aquel que justamente garantiza a todas las iglesias “llevar adelante su proceso de espiritualidad y religión”.

Estas declaraciones se realizan tras los dichos de la presidenciable oficialista Evelyn Matthei, quien afirmó, haciendo alusión al programa de gobierno de Bachelet, que “se habla de que se harán cambios constitucionales para que Chile sea un país más laico. Se dice: ‘Asimismo deberán suprimirse de la ley, y de las reglamentaciones relativas a poderes del Estado, toda referencia a juramentos, libros o símbolos de índole religioso’. Quieren suprimir todo eso de la Constitución y de nuestras leyes. Es decir, si un Presidente es electo en Chile, no podrá jurar ante Dios, solamente podrá prometer”.

La carta oficialista también aseveró que ella se compromete “a que no se hará nada que vaya en contra de lo que la Biblia señala”, si llega a La Moneda.

“La nueva Constitución garantizará la libertad de conciencia, lo que va a asegurar libertad de culto e igualdad de trato como toda iglesia, en cada área de nuestra vida social”, dijo por su parte Bachelet, agregando que “esto es más que una declaración de principios, tiene implicancias directas para el pueblo evangélico con la participación en políticas públicas, en la administración de sus bienes, en materia de reconstrucción y reparación de templos, en educación, en el área de las capellanías, entre otras”.

Asimismo, puntualizó que “para mí el Estado, desde 1925 separado de la Iglesia, un Estado laico es justamente el Estado que garantiza a todas las iglesias, que puedan llevar adelante el proceso de su espiritualidad y de su religión, la libertad de conciencia existe y seguirá existiendo. Ustedes me conocen, el Estado y esta candidata no van a obligar a ninguna iglesia ni persona a que haga nada que vaya contra sus conciencias, y también somos especialmente respetuosos con los símbolos y signos de quienes profesan una fe particular”.

Junto con reafirmar que su programa de gobierno garantizará que las iglesias evangélicas postulen en igualdad de condiciones a los fondos del Estado, señaló que “estamos dispuestos a avanzar por una reforma o una nueva ley de cultos que termine con las discriminaciones, como es el caso de las iglesias que ya tenían personalidad jurídica de derecho privado y que no pueden ser un ente de derecho publico”.

Bachelet se retiró sin aceptar preguntas de la prensa, dando paso al vocero de este grupo de jóvenes profesionales evangélicos, Juan Godoy, quien agradeció el compromiso de la candidata por garantizar la igualdad entre credos, lo que indicó es el verdadero espíritu de un Estado laico.

El vocero además aprovechó de aludir a lo planteado por la abanderada oficialista, Evelyn Matthei, quien dijo no hará en un eventual gobierno nada que contradiga a la Biblia. Según sus palabras, no se trata de imponer visiones religiosas, sino de representar sus ideas en los debates propios de una democracia.