Me apasiona la política, pero no la forma de hacer política…. Quizás sea una frase cliché, rebuscada y que muchos han utilizado, pero en estos días post elecciones quizás toma un sentido distinto

Si analizamos objetivamente, aunque algunos digan que la objetividad no existe, la política está en todas partes y desde tiempos remotos.

Supongamos que estamos en una familia compuesta por 6 miembros, la mamá, el papá, y cuatro hermanos. Uno de los dos padres asume el rol de presidente, es decir, el poder Ejecutivo; diseña los planes del gobierno familiar y los ejecuta, mientras que el otro padre se transforma en el poder legislativo, es el que crea y diseña las reglas de la casa, las leyes por las que se rige el hogar.

Él o los hermanos mayores normalmente son los que hacen cumplir las leyes de la casa y finalmente los hermanos menores, son los que asumen. En una familia “ideal” normalmente las decisiones se toman en democracia, por ejemplo se vota a que lugar se va a ir de vacaciones.

En el curso, por ejemplo, se elige por votación al presidente, lo mismo en la junta de vecinos, en el club deportivo y hasta en los bomberos hay democracia, hay política. De ahí entonces que no se entienda por qué mucha gente es reacia a involucrarse en política, y la razón es porque nos han mantenido engañados.

La política no es sucia, todo lo contrario, es entretenida y fácil de entender, el problema es que por alguna razón nos han obligado a creer que es casi una ciencia como la física cuántica con logaritmos y cálculos enormes. “Es tan difícil la política que usted no puede entenderla, pero no se preocupe para eso estamos nosotros los políticos para asumir esta desagradable tarea que alguien tienen que hacer”.

El pueblo, el populus no es tonto, es solo mal informado, y quienes se encargan de no informarnos son los mismos políticos. Mire que curioso que hace años no tengamos educación cívica en los colegios cuando debiera ser un ramo obligatorio, si finalmente gracias a la civilidad, la gente entiende y decide por quién votar.

Lo hacen ver sucio, cochino, difícil, solo para que usted no entienda y no se interese; y si alguien se interesa, los mismos políticos se encargan de hacerle la vida imposible en campañas para que no se sepa la verdad. La política no es sucia y es fácil de entender.

De ahí que sea tan interesante establecer linajes políticos, así como las familias y dinastías en la Fuerzas Armadas o Carabineros.

Buscando en internet una definición entendible de política encontré a mi juicio, la mas acertada y simple.

Política: Proviene del latín “politicus” y ésta a su vez del griego “politikós”, que significa “de los ciudadanos” o “del Estado”. El adjetivo de “pólis” significa “ciudad” pero también “Estado” ya que la ciudad en la Grecia clásica antigua era la única unidad estatal existente.

El equivalente latino a sería en realidad “civitas” como “pólis” (de donde viene la palabra “ciudad”) y “civilis” como “politikós” (de donde proviene nuestro adjetivo “civil.

Entonces, todos los asuntos del Estado eran asuntos de todos los “pólites” o ciudadanos, es decir, de los habitantes de la ciudad con poder civil y así los temas de interés común, eran “politikoí”, mientras que los temas de interés privado o personal eran llamados “idiotikós” o “privados”.

Los hombres que se dedicaban a los temas comunes fueron llamados politicos y los que se dedicaban a a los temas privados los llamaron “idiotes”, es decir ciudadanos privados derivando siglos más tarde a nuestra palabra actual “idiota”.

“Hoy en día el término “político” se encuentra bastante desvirtuado, haciendo creer a la gente que la “política” es una profesión o carrera. Sin embargo, volviendo a las raíces de la palabra se ve que esto no es así y que muchos, de los que se denominan hoy en día “políticos” sólo son “idiotes”, ya que no responden a lo que le concierne al Estado o ciudad, sino que a sus intereses propios”.

Y que hay de la democracia. “Démos” que se puede traducir del griego antiguo como “Pueblo” y “kratos” que se puede traducir como “poder”, significa entonces el poder del pueblo. Ahora de usted depende que ese poder se lo entregue a los politikoi o a los idiotes, usted decide.