Las ex trabajadoras de la empresa Pacific Fish no descartaron llevar el caso de las demoras en sus pagos hasta la embajada de Lituania. Pretenden que se revise el curriculum del síndico de quiebra, Felizardo Figueroa, quien sería parte del cuerpo diplomático de ese país.

Las 80 ex empleadas se encuentran a la espera de alguna solución ante la deuda que dejó la empresa Pacific Fish, tras declararse en quiebra hace cuatro años. Esto dejó pendiente el pago de imposiciones, finiquitos, remuneraciones y hasta fueros maternales.

Luego de las movilizaciones realizadas en julio de este año se consiguió que el síndico de quiebra reconociera parte de la deuda a 55 de las 80 trabajadoras, recuperando este dinero en el remate de Pacific Fish que no cumplió con los plazos establecidos.

Por ahora, el tribunal mantiene retenido el vale vista a petición del comprador, ya que existe controversia por el pago de contribuciones que corresponden a $34 millones. Ello sólo se aclarará cuando el síndico regularice la deuda, lo que a su vez permitirá la liberación del pago del remate.

De acuerdo a lo expresado por María Elena Antiñanco, vocera del grupo de trabajadores afectados, la Ley de Quiebra indica que, si transcurren los años, los dineros podrán pasar a manos del síndico. Esto se suma a las 150 UF mensuales y honorarios adicionales que ganaría Figueroa por hacerse cargo de la administración de esta quiebra.

Este hecho, explicó la vocera, debe ser conocido por la embajada de Lituania.

En respuesta a estas acusaciones, el síndico involucrado, Felizardo Figueroa, descartó las imputaciones y precisó que nunca se ha negado el pago a los trabajadores.

A su vez, reconoció que nunca se ha contado con recursos para pagar a los trabajadores y la única fuente para obtener los fondos sería a través del precio de la enajenación de la planta industrial de propiedad de la fallida Pacific Fish.