Una delegación norcoreana llegó a Panamá este lunes para llevarse el barco detenido en julio con armas cubanas sin declarar, aseguró a la AFP el abogado de la tripulación, Julio Berríos, aunque la posibilidad de que ésta quede en libertad dependerá de la fiscalía.

“La delegación norcoreana ya llegó a Panamá y ya está esperando las decisiones de las autoridades competentes para llevarse el barco y la tripulación”, afirmó Berríos, que espera que al menos 32 de los 35 tripulantes sean liberados.

La delegación -procedente de La Habana- está compuesta por cinco personas, entre las que hay un diplomático, un capitán, un ayudante del capitán, un técnico en comunicaciones y un representante de la empresa norcoreana dueña del carguero, según Berríos.

El viernes el canciller panameño, Fernando Núñez, anunció que Panamá había otorgado una visa de siete días hábiles -con la posibilidad de prórroga- a siete norcoreanos, aunque finalmente sólo llegaron cinco.

El carguero norcoreano “Chong Chon Gang” fue detenido el 10 de julio cuando se disponía a cruzar el Canal de Panamá desde el Atlántico ante las sospechas de que transportaba drogas.

Sin embargo, al inspeccionar el barco, las autoridades descubrieron 25 contenedores con armamento cubano sin declarar, entre ellos aviones mig-21, lanzaderas antimisiles y vehículos de uso militar, escondidos bajo toneladas de sacos de azúcar.

Los 35 norcoreanos detenidos podrían ser condenados a 12 años de prisión por tráfico de armas.

Tanto el abogado de los tripulantes como el ministro de Exteriores panameño expresaron en los últimos días su confianza en que al menos 32 de los 35 marinos sean liberados, dado que probablemente no conocían la carga que transportaba el barco.

“La tripulación no conocía lo que transportaba porque la carga la realizaron los cubanos”, aseguró Berríos, según el cual el azúcar decomisado era “para hacerle caramelos a los niños norcoreanos”.

La procuraduría (fiscalía general) anunció este lunes en un comunicado que el expediente fue traspasado de la fiscalía de drogas a la fiscalía especializada contra la delincuencia organizada, mientras los 35 marinos siguen detenidos “preventivamente” por “un delito contra la seguridad colectiva”.

El barco está siendo reparado en un muelle local de los destrozos que le habrían propinado los propios tripulantes y ya “los motores encienden el sistema eléctrico”, según Ramón López, del Servicio Nacional Aeronaval.

Sin embargo, “no se podría garantizar” aún “si puede navegar hacia Corea del Norte”, añadió.

Una fuente de la cancillería panameña bajo condición de anonimato aseguró a la AFP que el pago de la multa de un millón de dólares que reclama la Autoridad del Canal de Panamá al buque por poner en riesgo la seguridad del canal “está retrasando el proceso”.