Escribir se ha convertido en una tarea primordial para poder comunicarse con el resto de las personas. Las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea nos han facilitado la vida para organizar actividades, establecer conversaciones y un sinfín de propósitos que no podríamos efectuar si no es por escrito.

Pese a que el fin que le damos es más bien instrumental, solemos desconocer los múltiples beneficios que puede acarrear el simple hecho de redactar una carta, preparar un cuento o simplemente relatar un episodio por escrito.

No es necesario dedicarse profesionalmente a esta labor para advertir las ventajas que significa dedicar un tramo de tu día a elaborar un texto. Uno de los beneficiados puede ser tu cerebro, aunque para ser más efectivo debes soltar el computador y retomar la escritura a mano.

En la actualidad prácticamente hemos abandonado el lápiz y el papel, por la rapidez con la que podemos efectuar esta actividad y, sobre todo, para no pasar vergüenzas por la caligrafía poco armoniosa visualmente con la que algunos se encuentran dotados.

Sin embargo, la organización de ideas y pensamientos, e incluso la tarea del aprendizaje puede verse incrementada escribiendo sin un pc de por medio, conclusión a la que llegó un estudio publicado en 2010 por la Universidad de Indiana y otras investigaciones que recogió en su momento The Wall Street Journal.

El control de las emociones también es una materia a la que puede apuntar la escritura, surtiendo efectos positivos en países como Reino Unido. Precisamente en establecimientos ingleses se ha aplicado con éxito un proyecto que motiva a los estudiantes a exteriorizar sus sentimientos a través de un cuento que deben ilustrar y compartir con los demás.

Como una suerte de catarsis, los alumnos que estuvieron bajo la tutela de esta innovadora iniciativa aseguraron a la BBC que comunicar sus emociones bajo esta modalidad los ayuda a encauzarlas y les facilita sentirse aliviados posteriormente.

La escritura expresiva o emocional además puede configurarse como un excelente agregado para el tratamiento de adicciones o enfermedades. Un programa piloto en un centro oncológico de Washington concluyó sobre la eficacia de este tipo de escritura para que los pacientes con cáncer tengan una mirada más optimista de la vida que enfrentan y puedan aceptar con menos dificultades la enfermedad que los aqueja.

Para las personas que han decidido dejar de fumar también resulta conveniente emplear la escritura emocional. El duro proceso que conlleva abandonar la adicción resulta más llevadero si el paciente analiza sus experiencias tras redactarlas, junto con facilitar su adaptación a una vida libre de tabaco, de acuerdo al informe que en 2007 elaboraron investigadores de la Universidad Autónoma de México.

Sumándose a lo anterior, la redacción expresiva también reporta ventajas para la salud. Así lo evidenció una investigación de la Universidad de Auckland a un grupo de adultos mayores que mostró cómo las pequeñas heridas que se les practicaron sanaban más rápido tras realizar tareas de escritura creativa en base a experiencias traumáticas en comparación con otro grupo que solo escribía sus actividades cotidianas.

Un mejor sueño, la reducción de los niveles de estrés y otros beneficios físicos son parte de los buenos frutos que genera escribir, consigna el Huffington Post. Con la evidencia en la mano, ¿qué te impide soltar las riendas de tu imaginación para sorprenderte con las palabras que puedan salir de tus dedos?