Es muy triste para la Derecha enfrentar una elección en que la duda es como va a perder si candidata: en primera o en segunda vuelta. En ambos casos la diferencia con la ganadora será muy amplia.

También es triste para ese sector que su candidata no pueda suceder al primer presidente elegido desde 1958. No se explica, la Derecha chilena, la falta de éxito electoral de un gobierno que sus dirigentes consideran bueno o excelentes.

El problema son los dirigentes pinochetistas, la traición en materia económica (apoyando a una pequeñísima casta económica con plenos poderes) y una profunda derrota cultural. Habrá pedidas de cuenta, rodarán las cabezas y se proclamarán recriminaciones. Habrá una noche de los cuchillos largos. Pero será sólo eso. se abrirá un periodo de muertes, pero nada saldrá de todo eso. Falta mucho trabajo y esfuerzo político para que la Derecha sea nuevamente competitiva. A menos, claro, que el gobierno de Michelle Bachelet sea no malo, sino catastrófico.