Las negociaciones entre el gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y los rebeldes del M23 continuarán a pesar de que no lograron firmar un acuerdo de paz el lunes, anunció este martes Uganda, que ejerce de mediadora.

“Las dos partes siguen en Uganda”, afirmó el portavoz del gobierno ugandés, Ofwono Opondo. “No tenemos noticias de ellas esta mañana, pero las negociaciones no se han interrumpido oficialmente”, dijo.

Según el portavoz, el ministro de Defensa ugandés, Crispus Kiyonga, continúa desde el lunes por la noche sus esfuerzos de mediación entre las dos partes.

El gobierno de la RDC y los rebeldes del M23 debían firmar el lunes por la noche un acuerdo de paz para pasar página a 18 meses de enfrentamientos en la provincia congoleña de Kivu Norte.

Pero cuando la firma parecía inminente, el gobierno ugandés anunció que Kinshasa había “renunciado a firmar”.

El gobierno rechaza la palabra “acuerdo” contenida en un borrador de texto. El M23 considera haber hecho grandes esfuerzos en su “declaración del final de la rebelión” y se opone a que se introduzcan cambios de último minuto.

El Movimiento del 23 de Marzo (M23), rebelión compuesta esencialmente por tutsis congoleños, fue derrotado la semana pasada por el ejército congoleño, apoyado por una brigada de intervención de la ONU.

El documento que debía firmarse el lunes tenía como objetivo resolver la situación de los 1.700 combatientes refugiados, según Kampala, en campamentos de Uganda. Un centenar de rebeldes heridos también huyeron a Ruanda, acusada, al igual que Uganda, de apoyar a la rebelión.

El acuerdo debe pacificar una región sacudida por dos décadas de violencia, aunque no resolverá el problema del todo, ya que todavía quedan en la zona decenas de grupos armados que aterrorizan a la población del este de la RDC.