Israel activará sus contactos en el Congreso estadounidense para impedir que las grandes potencias e Irán sellen un acuerdo sobre el programa nuclear iraní.

El ministro de Economía israelí, Naftali Bennet, viajará el martes a Estados Unidos, en un momento en que las negociaciones entre las grandes potencias e Irán quedaron pospuestas hasta el 20 de noviembre.

“Haremos todo lo posible para convencer a las potencias y a sus dirigentes para que eviten alcanzar un mal acuerdo con Irán”, dijo Netanyahu este domingo, durante el consejo semanal de ministros.

Frente a la influyente asamblea general de las Federaciones Judías de América del Norte (JFNA) en Jerusalén, Netanyahu reiteró su intención de luchar contra un acuerdo “malo y peligroso”.

“Me informaron de los detalles de la propuesta a los iraníes. Lo que han propuesto actualmente es un acuerdo según el cual las capacidades nucleares de Irán no darán marcha atrás mientras que el régimen de sanciones retrocede”, declaró.

“Cuando se trata de la seguridad del pueblo judío, no permaneceré en silencio. Esto no sucederá mientras yo esté en funciones. Cuando los judíos se quedaron en silencio saben ustedes lo que pasó”, añadió, bajo los aplausos de los representantes de la JFNA.

El jefe del Ejecutivo israelí subrayó ya el viernes, tras reunirse en Tel Aviv con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que el acuerdo que se negociaba con Irán era un “muy mal acuerdo”.

“Vamos a llevar a cabo una campaña en Estados Unidos ante decenas de miembros del Congreso a los que yo mismo explicaré que la seguridad de Israel está en juego”, dijo el ministro Bennet cuando anunció en la radio militar que viajará a el martes a Estados Unidos.

“Si en 10 años explota en Nueva York una bomba nuclear en una maleta, o cae un misil nuclear en Roma, podremos decir que será consecuencia de las concesiones que se habrán hecho”, añadió el ministro, dirigente del partido de extrema derecha el Hogar Judío.

“Si no tenemos elección, Israel actuará, hemos creado una Fuerza Aérea para ello”, dijo por su parte el ministro de Defensa, Danny Danon, del Likud (derecha nacionalista), a la radio pública.

Israel ha amenazado en reiteradas ocasiones con llevar a cabo un ataque preventivo contra los sitios nucleares iraníes.

Contra molinos de viento

La subsecretaria de Estado estadounidense Wendy Sherman, que dirige las negociaciones con Irán, llegó a Israel el domingo, indicó un portavoz del departamento de Estado, Jen Psaki.

“Llevará a cabo consultas con sus homólogos en el gobierno de Israel sobre las negociaciones del grupo 5+1 en Ginebra y conducirá nuestra estrecha coordinación con Israel sobre nuestros esfuerzos en curso para impedir que Irán adquiera el arma atómica”, indicó Psaki.

La prensa israelí destacaba este domingo las divergencias entre Israel y Estados Unidos.

Para el diario Maariv (derecha), los “dirigentes israelíes han decidido lanzar un ataque contra la administración noteamericana sobre el dossier iraní”.

Israel Hayom, un diario gratuito cercano a Netanyahu, denunciaba en su portada la “rendición americana” de cara a Irán, considerando que Estados Unidos “abandona” a sus aliados de Oriente Medio: Israel, los países del Golfo y Egipto.

Por el contrario, Nahum Barnea, editorialista del diario Yediot Aharonot, se burlaba de Netanyahu, quien “aspira a convertirse en un nuevo Winston Churchill y podría acabar en Don Quijote, el caballero errante que va al asalto de verdaderos y falsos enemigos”.

Todos los expertos consideran que a pesar de los esfuerzos desplegados por el primer ministro israelí, las grandes potencias e Israel ratificarán un acuerdo.

“Es una elección estratégica de Barack Obama que Israel no puede cuestionar”, aseguró un comentarista en la radio pública.

Shelly Yachimovich, dirigente de la oposición laborista, también criticó la actitud de Netanyahu, oponiéndose no obstante al acuerdo que se debate.

“Confrontarse con Estados Unidos, ya sea sobre Irán o sobre las negociaciones con los palestinos, no es bueno para Israel”, dijo Yachimovich.

Tras tres días de intensas negociaciones, las conversaciones en Ginebra entre el grupo 5+1 (EEUU, China, Rusia, Francia y Reino Unido, más Alemania) e Irán, concluyeron en la madrugada del domingo sin acuerdo.

Israel, considerada única potencia nuclear de la región, y Occidente acusan a Irán de ocultar un objetivo militar tras su programa nuclear civil, algo que Teherán desmiente.