El sexto y último título de la temporada lírica 2013 del Teatro Municipal de Santiago, ‘El Elixir de amor’, de Gaetano Donizetti, culminó este fin de semana, con su versión estelar o del segundo elenco, con una buena participación de sus cinco solistas.

Dentro de este grupo destacaron el bajo-barítono Sergio Gallardo, como el ‘factotum’ de la obra, el simpático doctor Dulcamara y el barítono Patricio Sabaté, como el engreído sargento Belcore. Ambos se lucieron tanto en el lenguaje vocal como en la expresión teatral, lo que es especialmente importante en una ópera bufa, género de la lírica que tiene más dificultades que las que muchos espectadores estiman.

La damas estuvieron en lo suyo: la soprano Pamela Flores (Adina), muy bien en su personaje y con notorios progresos vocales, aunque en en dos ocasiones al menos, dejó escapar unos agudos fuera de lugar. La otra soprano, Andrea Aguilar (Gianetta), crece y crece en roles de primer plano en la lírica nacional, como que con voz muy potente y de gran presencia técnica, la vemos por tercera vez este año (anteriormente fue en ‘Cosi Fan tute’ de Mozart en el Municipal de Las Condes y en ´La violación de Lucrecia’ de Britten, en el Gam). Anuncia pronto viaje a Inglaterra para interpretar en Londres el rol de Micaela en ‘Carmen’ de Bizet.

En cuanto al tenor ruso Anton Rositskiy, lució una voz apropiada para el rol belcantista, sufriente y expresivo de Nemorino y pasó la prueba de la emblemática y conocida ‘Una furtiva lágrima’, con nota de aprobación y grandes aplausos, aunque sin ofrecer el brillo del coreano Ji-Min Park del elenco internacional. Además, exhibió a ratos poca potencia en la famosa y exigente cavatina ‘Quanto é bella, quanto é cara’, del comienzo de la obra.

Ambientada en una colorida aldea campesina, esta producción de ‘El elixir de amor’, original del ingenioso régisseur Filippo Crivelli – remontada por Rodrigo Navarrete– y los diseñadores Germán Droghetti y Ramón López, contó además con el gran apoyo y brillo en todo sentido, del Coro del Municipal, muy bien dirigido por el uruguayo Jorge Klastornick. Una nota siete general para todos sus integrantes.