Bastó que la Comisión Europea reconociera que Perú tiene derechos de origen sobre el pisco para que los diarios de ese país lo tildarán como un “triunfo nacional”, ante la disputa que por años ha mantenido en tela de juicio si el aguardiente de uva, nombre con que es conocido, le pertenece a Chile o a la nación vecina.

El fallo, según consigna la Cancillería peruana, determinó la existencia de un reconocimiento de origen o geográfico al nombre pisco para el Perú, luego que se vinculara la bebida alcohólica con el puerto que lleva el mismo nombre, ubicado a 250 kilómetros al sur de Lima.

Esta situación provocó una distintas reacciones en el ámbito nacional.

El académico de la Universidad de Santiago Pablo Lacoste recordó que el pisco nació mucho antes que ambos países existieran, fabricándose en grandes proporciones al sur del Perú y al norte de Chile actual, para ser vendido luego en Potosí.

Sin embargo, enfatizó que Chile tenía alambiques antes que Perú, en la ciudad de La Serena, y que eran estas estructuras las que producían el pisco, por lo que tildó la resolución de la Unión Europea como injusta.

Mientras que la gerente general de Clarke, Modet and C°, Carolina del Río, aseguró que la medida no impedirá que el pisco chileno se siga vendiendo como tal, y solo volverá más competitivo el mercado internacional.

Afirmación que defendió el gerente general de la Asociación de Productores de Pisco de Chile, Fernando Herrera, quien afirmó que el país nunca se ha opuesto a que el pisco peruano fuera reconocido como tal.

Asimismo, remarcó las diferencias entre los dos productos.

De acuerdo a los expertos, el tratado de Libre Comercio firmado con la Unión Europea en 2002 tiene el mismo peso que una Ley y permite que Chile siga utilizando la denominación de pisco para el aguardiente de uva.

Pese a ello, acusaron que los gobiernos anteriores han tenido una política débil en la defensa de productos autóctonos y su eventual plusvalía luego de recibir el reconocimiento de origen impulsado por la Unión Europea.