Una familia francesa que viajó a Estados Unidos para que el hijo recibiera un tratamiento médico dijo que no pudo tomar un avión de regreso en Chicago (Illinois, EEUU) porque la aerolínea British Airways consideró que el joven era demasiado gordo para volar.

Kevin Chenais, de 22 años, pesa alrededor de 230 kilos debido a un desequilibrio hormonal, por lo cual pasó un año y medio en la Clínica Mayo en Chicago.

Su madre estalló en lágrimas cuando describió los problemas de su hijo al canal local de TV de la cadena CBS.

“Culpamos a British Airways ya que ahora simplemente nos dejan y ellos nos trajeron aquí”, dijo Christina Chenais la noche del miércoles.

“Si lo pudieron traer aquí con ese problema en clase turista, debe haber una manera de llevarlo de regreso en clase turista, (…) sólo llévenlo a casa para que su tratamiento médico continúe”, agregó.

Consultada por la AFP, Caroline Titmuss, portavoz de British Airways, aseguró que la empresa “ha tratado de encontrar una solución y ha explorado todas las vías”. “Desafortunadamente, fue imposible acomodar al pasajero con seguridad y propusimos a la familia reembolsarle el billete íntegramente”, explicó.

La portavoz también dijo que la compañía no había realizado ningún cambio de política entre el momento en que la familia llegó a Estados Unidos y la fecha planificada para la partida.

Kevin Chenais necesita continuamente oxígeno y control médico.

“Estoy seguro de que mucha gente grande como yo, o más grande, no puede viajar debido a que tiene el mismo problema”, dijo a la CBS.

La familia pasó una semana en un hotel en el aeropuerto de Chicago para tratar de resolver la situación.

Finalmente, corta de dinero, decidió tomar un tren a Nueva York y regresar a Francia a bordo del buque Queen Mary hasta el Reino Unido.