Un juvenil con opciones como las que han mostrado en su momento Christián Garín y Gonzalo Lama por nombrar a dos de los que presentan credenciales para un futuro promisorio, cuesta 60.000 dólares al año. Cifra que se eleva a los 100.000/120.000 por temporada cuando dan los primeros pasos en el profesionalismo. Y ello sin obtener rápidos retornos que permitan solventar, paso a paso, esas altas cifras. Son pocos los jugadores nacionales que cuentan con ese respaldo. Y la mayoría de esos aportes pertenecen a esfuerzos familiares. Por ello es muy importante contar con auspicios, ojalá entre privados y oficiales, y lo más rápido posible por que sino, las frustraciones están al alcance de la mano.Y no por falta de talento en las manos de los tenista. Si por falta de ese apoyo…