La Amnistía Internacional acusa al grupo petrolero Shell de negar su responsabilidad en los derrames de petróleo en Nigeria y atribuir la culpa a bandas criminales, en un informe publicado este jueves.

El grupo anglo-holandés rechazó por su lado las acusaciones, que considera “sin fundamentos”.

La cantidad de derrames en la región petrolera del delta del Níger, en el sur de Nigeria, primer productor africano de crudo, es “pasmosa”, declaró la organización de defensa de los derechos humanos en su nuevo informe titulado “Mala información: investigación de los derrames de petróleo en el Delta del Níger”.

Shell, que tiene el mayor número de instalaciones en la región, anunció 348 derrames desde comienzos de 2012, en tanto que la filial nigeriana de la firma italiana Agip informó de más de un millar de derrames en el mismo periodo, explica el informe.

Las compañías petroleras, y Shell en particular, manipulan los resultados de las encuestas sobre los derrames, acusando a los ladrones de petróleo de ser responsables cuando sus propias estructuras, a menudo mal mantenidas, son parte de las causas, agrega el reporte.

“Las declaraciones de Shell sobre los derrames de petróleo no son confiables”, declaró Audrey Gaughran, responsable de temas internacionales en la ONG.

Los estudios para establecer las responsabilidades son a menudo financiados y controlados por la compañía petrolera, según Amnistía y el Centro para Medio Ambiente, Derechos Humanos y Desarrollo (CEHRD, por su siglas en inglés) coautor del informe.

Según especialistas independientes el sabotaje de oleoductos es uno de los principales factores de polución en el Delta del Níger. Los ladrones de petróleo perforan los conductos para sustraer el crudo, que venden en el mercado negro.

Esas acciones generan importantes derrames de petróleo, “causa principal de polución hoy en el Delta”, estima Precious Okolobo, portavoz de la filial nigeriana de Shell, SPDC.

“SPDC lamenta que algunas ONG mantengan una actitud militante en lugar de concentrarse sobre las soluciones en el terreno”, agregó, rechazando “las acusaciones sin fundamento” de Amnistía.

“La corrosión y la falta de mantenimiento de las infraestructuras petroleras” son las principales fuentes del problema, al mismo nivel que el sabotaje ilegal”, según el informe.