Estados Unidos ha adoptado “tácticas” diferentes a las de sus aliados en el caso de Siria, pero su política busca el mismo objetivo final, un gobierno de transición sin Bashar al Asad, abogó el domingo en Egipto el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry.

El secretario de Estado hizo estas declaraciones en El Cairo al comienzo de su gira de once días por el Medio Oriente y el Golfo.

Esta noche es esperado en Arabia Saudita, el aliado estratégico pero descontento con Washington por sus dilaciones en torno a una eventual intervención armada en Siria.

Riad, que apoya militarmente a la oposición siria, se negó el 18 de octubre a participar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un acto sin precedentes que buscaba protestar contra la inacción de la ONU, pero también de Estados Unidos en particular, para poner fin a una guerra civil que comenzó hace 31 meses en Siria.

“Hay algunos países a los que les gustaría que Estados Unidos hiciera algo en particular con respecto a Siria, pero nosotros hemos hecho otra cosa”, reconoció Kerry ante la prensa en El Cairo.

“Estas diferencias de tácticas individuales en una política no implican que haya una diferencia en el objetivo fundamental”, explicó.

“Compartimos todos el mismo objetivo es decir salvar el Estado sirio e instalar un gobierno de transición que pueda darle al pueblo de Siria una oportunidad de escoger su futuro”, añadió.

“Pensamos también que Asad, por haber perdido toda autoridad moral, no puede formar parte” y “nadie puede en realidad responder al interrogante de saber cómo poner fin a la guerra mientras Asad este allí”, concluyó el secretario de Estado.