Un estudio publicado en Plastic and Reconstructive Surgery y recogido por Reuters, mostró los efectos del cigarrillo en la piel, de la forma más gráfica posible: comparó imágenes de gemelos idénticos, de los cuales uno fumaba y el otro no, o bien uno llevaba fumando más tiempo que el otro.

Los resultados del sondeo dirigido por Bahman Guyuron -de Case Western Reserve University y los Hospitales Universitarios de Cleveland- son simplemente sorprendentes. Al observar las imágenes es posible notar que los adictos al tabaco suelen tener más arrugas, especialmente alrededor de la boca, y más ojeras oscuras y bolsas debajo de los ojos.

Las fotos evaluadas por un panel de jueces que no sabía cuál de los dos hermanos era fumador o había consumido cigarrillos por más tiempo, apuntó en un 57% como “mayor” al que había fumado más. Los evaluadores debieron tomar en cuenta las líneas de expresión y otras características del rostro.

Durante el estudio, se analizaron fotos de 79 parejas de gemelos idénticos – de entre 45 y 50 años- sacadas en el Festival de los Gemelos de Twinsburg, Ohio (EEUU). Del total, en 45 pares, uno consumía cigarrillos y el otro no.

Las principales diferencias entre fumadores y quienes no lo eran, se encontraban en los párpados, bolsas bajo los ojos, arrugas en la boca y papada.

“Esto demuestra mucho de lo que se pensaba. Puedo detectar a un fumador desde el otro extremo de la sala por alguna de sus características faciales”, señaló Alan Boyd, dermatólogo del Centro Médico de Vanderbilt University, Nashville, Tennessee.

Con esto, coincidió Elizabeth Tanzi, dermatóloga del Instituto de Cirugía Láser Dermatológica de Washington y del Centro Médico de George Washington University, quien observó la investigación y afirmó que “fumar envejece” y “además del cáncer pulmonar, los infartos y los accidente cerebrovasculares, es un motivo más para dejar de fumar”.

Tanzi indicó el tabaquismo produce toxinas que aumentan la descomposición del colágeno y fibras de proteína de la piel, junto con disminuir el oxígeno que recibe ésta.

“Los efectos son acumulativos. De modo que dejar de fumar es beneficioso en cualquier momento, pero hay que ser cuidadosos porque algunos de esos cambios serían permanentes”, explicó.

La mujer de la derecha es fumadora y su hermana no

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El hombre de la derecha fumó 14 años más que su hermano

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La mujer de la derecha fumó 29 años y su hermana no

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La mujer de la izquierda fumó 17 años más que su hermana

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