Nicaragua planea invertir más de 150 millones de dólares en la renovación de las plantaciones de café, su principal producto de exportación, debido a los daños causados por la roya, informaron este miércoles fuentes oficiales y gremiales.

El programa, que durará cuatro años, será impulsado por el gobierno, con el apoyo de las organizaciones cafetaleras -que agrupan a más de 44.500 productores- y de entidades financieras, según un proyecto de ley enviado al Congreso por el presidente Daniel Ortega.

El proyecto de “Ley para la Transformación y Desarrollo de la Caficultura” propone crear un fondo especial que será financiado con un aporte de los exportadores de entre 2 y 5 dólares por quintal (saco de 48 kilos) de café que sea vendido a un precio de 130 y 140 dólares cada uno, y de un dólar si es a un precio menor.

El gobierno, por su parte, prevé contribuir con unos 25 millones de dólares del presupuesto y emitir títulos para financiamiento, informó a la prensa el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ivan Acosta.

En total, se necesita garantizar más de 150 millones de dólares para ejecutar el programa en los próximos cuatro años, dijo el ministro.

El gobierno propone, además, apoyar a 11.000 productores cafetaleros que nunca han tenido acceso al crédito.

Se estima que el 37% de las 125.000 hectáreas de café del país fueron afectadas por la roya, lo que generó una pérdida de unos 97 millones de dólares en las exportaciones de café en la cosecha 20l2-2013.

Esto causará la contratación esta temporada de 60.000 trabajadores menos, de los 300.000 que se empleaban generalmente para la recolección de las cosechas, advirtió el presidente de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua (ANCN), Alvaro Reyes, en declaraciones a la prensa.

“Tendremos una oferta de trabajo muy limitada”, dijo Reyes, quien consideró que este no es el “momento ideal” para gravar las exportaciones de café, como propone el gobierno, por la crisis que enfrenta el sector.