El emisario internacional Lakhdar Brahimi se reunió brevemente este miércoles en Damasco con el presidente sirio Bashar al Asad, en el marco de sus difíciles tratativas para conseguir una amplia participación en una conferencia de paz.

Por su parte, los rebeldes anunciaron la evacuación de unos 500 civiles, principalmente mujeres, niños y personas mayores, de un suburbio de la capital siria controlado por los insurgentes y asediado por el ejército regular.

Brahimi, emisario especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, se entrevistó con el mandatario sirio durante menos de una hora y no se disponía por el momento de información sobre el contenido de esta reunión.

El emisario internacional también se entrevistó con el embajador iraní en Damasco, Mohamad Reza Sheibani, quien declaró a la prensa que “apoya los esfuerzos de Brahimi”.

El diplomático argelino llegó el lunes por la noche a Damasco para preparar una conferencia de paz que se espera tenga lugar en Ginebra a finales de noviembre.

El emisario internacional, actualmente de gira por la región, regresó así a Damasco por primera vez en seis meses. Su ausencia se debía a desavenencias con Asad.

Según la agencia Sana, Brahimi dijo que había vuelto para preparar “una conferencia para el diálogo entre las partes sirias” y añadió que “los sirios son los únicos que deben decidir sobre el futuro de Siria”.

El emisario internacional subrayó el carácter “sirio” de la conferencia, un día después de la publicación de una entrevista en la página web de Jeune Afrique que pudo sentar mal al régimen dada la intención de Asad de presentarse a las elecciones presidenciales de 2014.

“Lo que nos enseña la historia es que, tras una crisis como ésta, no se puede dar marcha atrás. El presidente Asad puede por tanto contribuir a la transición entre la Siria de antes, que es la de su padre [el anterior presidente Hafez al Asad] y la suya, que yo llamo la nueva República de Siria”, había afirmado.

Además, su portavoz afirmó que Brahimi “aprecia el papel del reino saudita para hacer avanzar el proceso de paz y espera que (Riad) participe en la conferencia de Ginebra-2″.

El martes, la prensa libanesa había indicado que Brahimi había criticado “el papel (de Arabia) saudita, que obstaculiza una solución política”.

Tras las declaraciones de Brahimi del martes, la Coalición Nacional de Oposición siria, que se ha negado a participar en la conferencia si no se pone la renuncia de Asad sobre la mesa, insistió en que “el problema real es el régimen de Asad y no puede formar parte de la solución”.

El régimen busca “hacer perdurar el conflicto (…) para mantener indefinidamente (su) poder”, denunció, y pidió a todas las partes, incluido Brahimi, “presionar al régimen” para “obligarle a aceptar las demandas del pueblo sirio”.

En el terreno, “la Media Luna Roja evacuó a 500 civiles de Moadamiyat al Sham”, un suburbio de Damasco, indicaron los rebeldes de esta ciudad. “Todas las partes -la Coalición Nacional (opositora), el régimen y la comunidad internacional- participaron” en la operación, agregaron.

La oposición “aceptó de mala gana esta operación de evacuación, ya que conoce los riesgos que corren las personas evacuadas”.

“Se transportará a los desplazados a campamentos organizados por el régimen, de acuerdo con la Media Luna Roja”, añadieron los rebeldes.