Durante octubre se aplica la prueba Simce en todos los colegios del país en distintos niveles escolares. Este test busca medir qué aprenden los alumnos en los establecimientos, y a partir de este año se realizará también a niños de segundo básico.

Los resultados de la prueba también revela el nivel de cada colegio en cuanto a enseñanza y aprendizaje, lo que los posiciona de acuerdo a los puntajes que obtienen. Muchas veces, son los mismos recintos educacionales los que presionan a sus estudiantes para que obtengan buenos resultados, sometiéndolos a la misma carga de trabajo y presión que los estudiantes de media, quienes se preparan para dar la PSU.

Al respecto se refirió Paulina Contreras, sicóloga e investigadora de la Universidad de Chile, Vocera del movimiento Alto Al Simce, quien indicó que este tipo de estrés por obtener buenos resultados es realmente perjudicial para los niños más pequeños, y está preocupada por la presión que pueden ejercer las autoridades escolares a los alumnos de segundo básico, los más nuevos en dar la prueba.

Contreras detalló que la aplicación del Simce en niños tan pequeños, puede causar adversión a la lectura, y que hay colegios que incluso comienzan a realizar ensayos a cursos de primero básico, como si se tratara de la PSU.

Según la experta, los colegios también podrían perjudicar a sus alumnos ya que concentrarían toda su energía en las materias que son evaluadas por esta prueba, olvidando áreas que son igual de importantes para el desarrollo de los pequeños.

Escucha por completo la entrevista realizada por Patricio Cuevas a continuación: