En los últimos días la prensa internacional mostró como simple curiosidad el hallazgo de algo que parecía una serpiente marina de unos seis metros de largo, cuyo cadáver estaba varado en una playa de California. Dos días después apareció el cadáver de un segundo ejemplar de cinco metros. una niñita inteligente de nueve años que estaba mirando mientras sacaban el animal, señaló que a ella le parecía que se trataba de una enorme anguila gigante con la piel color plata.

Los biólogos marinos que analizaron ambos hallazgos señalaron que se trataba de algo muy insólito, ya que los cuerpos corresponden a lo que los marinos y pescadores conocen como el “pez remo”, que es una especie de anguila que puede llegar a medir hasta más de 12 metros. Un pez de ese tamaño podría engullirse a un ser humano tan fácilmente como podría hacerlo un tiburón blanco, pero en realidad es imposible que un veraneante pueda tomarse con un “pez remo”, por la sencilla razón que habita a unos 2 mil y 3 mil metros de profundidad en el océano.

En su medio natural, su sangre y su respiración están perfectamente adaptadas para funcionar sometidas a una presión de 3 toneladas sobre cada centímetro cuadrado de su cuerpo, una presión suficiente para estrujar a los más potentes submarinos nucleares como si fueran tarros vacíos.

¿Por qué pillaron a este animal varado en la playa? Escucha la crónica de Ruperto Concha completa a continuación: