El gobierno boliviano aseguró este domingo que grupos de narcotraficantes, armados desde el Perú, emboscaron hace una semana a una unidad policial-militar que erradicaba coca, dejando cuatro muertos y 14 heridos al norte de La Paz.

“Nosotros dijimos que sospechábamos que (los atacantes) estaban vinculados con el narcotráfico y ahora lo confirmamos”, afirmó el viceministro de Interior, Jorge Pérez, entrevistado por la red de medios gubernamentales.

La autoridad también mencionó que “la investigación se está desarrollando para confirmar o desvirtuar la presencia de Sendero Luminoso”, tras la versión del sábado de un fiscal local quien aseveró que se sospecha que el grupo guerrillero peruano facilitó armas y entrenamiento a los cocaleros que atacaron a los uniformados.

Hace más de una semana, una columna de la policial-militar Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que erradicaba manualmente plantaciones de coca ilegales, fue atacada en la región de Apolo, 410 km al norte de La Paz.

La zona, en la entrada a la Amazonia, es cercana a Perú, en una región con escasa población y presencia policial y militar, y fértil para el comercio ilegal de madera, oro y droga.

En Apolo, explicó Pérez, hay unas 500 hectáreas de coca, de las que sólo 280 son legales, mientras que los labriegos aceptaron eliminar la que es ilegal, pero pequeños grupos que poseen no más de 80 hectáreas se oponen a que sus cocales sean destruidos.

La ley boliviana reconoce un máximo de 12.000 hectáreas para usos tradicionales (mascado, infusión y rituales religiosos andinos), mientras que en el país -según la ONU- hay 25.300 hectáreas. Desde la década del 80 Bolivia erradica coca, pero los campesinos vuelven a sembrarla.

El viceministro Pérez manifestó que “lo ocurrido fue planificado por gente del narcotráfico y el armamento fue proviso de Perú en una zona fronteriza”.

La fiscalía considera que los campesinos obtuvieron fusiles y que también recibieron entrenamiento de grupos ligados a Sendero Luminoso.

Hasta la fecha hay ocho campesinos detenidos, mientras se buscan a otros seis más, como autores de la muerte de los cuatro miembros de la FTC, entre ellos un médico.

Pérez que dos de los cuatro muertos fueron primero detenidos vivos, tomados como rehenes y “ejecutados”.

Actualmente en Apolo hay una relativa calma.