Al menos 40 personas, entre ellas siete niños, murieron en la explosión de un coche bomba el viernes cerca de una mezquita de Suq Wadi Barada, una localidad rebelde situada a 40 km al noroeste de Damasco, según un nuevo balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El atentado también dejó decenas de heridos, muchos de ellos de gravedad, por lo que el balance podría aumentar, advirtió el OSDH, una ONG basada en Londres que obtiene su información de una red de militantes y médicos sobre el terreno.

La localidad de Suq Wadi Barada está bajo control de los rebeldes, pero las tropas leales al régimen de Bashar al Asad están posicionadas en el exterior, precisó la ONG.

Según la agencia oficial Sana, “el coche explotó cuando los terroristas lo activaban cerca de la mezquita Osama Bin Zeid. Terroristas y civiles murieron. Dos cuerpos llegaron al hospital Muasat, entre ellos un niño de 7 años. Hubo también 30 heridos, la mayoría de gravedad”.

El conflicto en Siria ha causado más de 115.000 muertos desde marzo de 2011, según la OSDH, y ha obligado a millones de sirios al éxodo, según la ONU.

Por su parte, la televisión pública siria anunció este viernes la muerte del líder yihadista del Frente al Nosra, Abu Mohamed al Julani, pero la agencia oficial SANA retiró rápidamente su alerta sobre esta información.

“El terrorista Abu Mohamed al Julani, líder del Frente al Nosra vinculado a Al Qaida, murió en la campaña de Latakia”, en el oeste del país, seguía anunciando sin dar más detalles la cadena de televisión en su página web.

Horas después, el grupo yihadista anunció que su jefe gozaba de “buena salud”, indicando que la información propalada por la televisión del régimen era “una mentira”. El OSDH no ha proporcionado hasta el momento información al respecto.

El Frente al Nosra es uno de los grupos rebeldes más poderosos que lucha para derrocar al presidente sirio, Bashar al Asad.

De confirmarse esta información, la muerte de Julani sería un golpe muy importante a favor del régimen, que califica a todos los rebeldes de “terroristas”.

En mayo, el OSDH anunció que Abu Mohamed al Julani resultó herido en un pie durante un bombardeo en el sur de la región de Damasco. El Frente al Nosra desmintió también esta información y aseguró que, aunque un dirigente resultara herido o muriera, la “guerra santa” continuaría.

Clasificada como “organización terrorista” por Washington, el Frente al Nosra se ha dado a conocer en Siria por sus atentados suicidas, antes de convertirse en una temible milicia que combate junto a los insurgentes contra el régimen de al Asad.

El Frente al Nosra, integrado por combatientes sirios y voluntarios extranjeros, pretende instaurar un Estado islámico en Siria, lo que rechaza el Ejército Sirio Libre (ESL), el principal integrante de la rebelión.

Un “éxodo masivo”

A su vez, la ONG Médicos sin Fronteras (MSF) dio cuenta el viernes de un “éxodo masivo” de civiles que huyen del distrito de Al Safira, en la provincia siria de Alepo, “donde los bombardeos son intensos desde el 8 de octubre”.

Según un comunicado de la organización, “unas 130.000 personas huyeron” de la zona y “la ayuda humanitaria es insuficiente ante la amplitud de las necesidades de esos desplazados”.

Sólo en la ciudad de Al Safira, “los combates y bombardeos causaron 76 muertos”, y en todo el distrito hubo “450 heridos” en cinco días, agrega Médicos sin Fronteras.

“Esos ataques sumamente violentos obligaron a poblaciones que habían huido ya de la guerra a un nuevo éxodo”, afirma en el comunicado Marie-Noëlle Rodriguez, directora de operaciones de MSF.

“Unas 130.000 personas, es decir casi todos los civiles que vivían en la ciudad de Al Safira o en campamentos de los alrededores, huyeron hacia el norte” y “están llegando a zonas que acogen ya a un gran número de desplazados”, agrega.

“Las Naciones Unidas y los países que tienen una influencia en ese conflicto deben mostrar la misma determinación para solucionar la cuestión de la ayuda humanitaria que la manifestada sobre la cuestión de las armas químicas”, sostiene el presidente de MSF Mego Terzian, citado en el comunicado.

Equipos de MSF trabajan en seis hospitales y dos dispensarios del norte de Siria.