El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó este jueves al Congreso a aprobar “este año” una reforma migratoria para regularizar la situación de millones de inmigrantes indocumentados.

La reforma “es buena para nuestra economía, buena para nuestra seguridad nacional, buena para nuestro pueblo y deberíamos hacerlo este año”, dijo Obama en la Casa Blanca.

El Senado, dominado por los demócratas, aprobó un proyecto en junio, que contempla una fuerte militarización de la frontera con México y abre, bajo estrictas condiciones, una vía a la ciudadanía a los 11 millones de sin papeles.

Pero los republicanos que controlan la Cámara de Representantes se oponen a la medida, que consideran una amnistía para quienes viven ilegalmente en el país.

El mensaje de Obama, el segundo en una semana sobre inmigración, intenta intensificar la presión sobre el liderazgo republicano, a cinco semanas del fin del periodo legislativo.

Frente a un grupo de simpatizantes de los derechos de inmigrantes, el presidente les exhortó a “no esperar” más, dejar de lado las diferencias políticas y resolver el problema migratorio de forma bipartidista.

“Lo que no podemos hacer es barrer el problema debajo de la alfombra una vez más, y dejarlo a que otro lo resuelva en algún momento en el futuro”, subrayó.

Los demócratas en la cámara baja presentaron a inicios de octubre una propuesta similar a la del Senado, pero hasta ahora no ha recibido el apoyo del otro lado del pasillo.

“Ahora le toca a los republicanos en la Cámara decidir si la reforma se convierte en realidad o no”, dijo Obama.

Por su lado, los republicanos podrían presentar la semana próxima un proyecto “a medio camino” entre las dos posturas, contemplando un estatus legal de seis años a los inmigrantes indocumentados.

“Está a medio cambio, y siempre lo ha estado, entre amnistía completa y simplemente rechazar gente”, anunció el miércoles el congresista Darrel Issa al diario Politico.