El candidato presidencial del PRO y Partido Liberal, Marco Enríquez-Ominami, tras reunirse este miércoles con la directiva de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), se comprometió con la derogación de la Ley General de Educación (LGE), si es que resulta electo.

En el contexto de un encuentro con la Cones, donde recibió las propuestas de los secundarios a través del documento llamado “Tiempo de una Nueva Educación”, el presidenciable del PRO anunció una serie de compromisos programáticos en esta materia.

“Queremos derogar la LGE, la LGE tiene cosas buenas, la misión de la LGE está bien escrita, el giro único, hasta hace poco tú podías ser dueño de un sex shop, de un café, un restaurant y un colegio, la ley permitía eso, eso se corrigió, pero está el corazón que no se quiso tocar, porque la iglesia católica se negó, porque la UDI se negó, porque la DC se negó, porque Evelyn Matthei y Bachelet se negaron a pelear, valía la pena perder a lo mejor esta discusión, pero valía la pena ponerla en el tapete”, afirmó el aspirante a La Moneda.

Enríquez-Ominami expresó que “hemos descubierto que hay una candidata que promueve la educación como una Copec, como un negocio que es Evelyn Matthei; una candidata que tolera que la educación sea una Copec, Michelle Bachelet; y un candidato que lucra con la educación, Franco Parisi; nosotros combatimos esa visión, aquí se trata del corazón de la propuesta, de una visión de sociedad (…) en 15 años se ha aumentado el presupuesto en educación, no hemos avanzado ni un milímetro en esta materia y sin embargo hay gente que ganó plata”.

El abanderado del PRO preguntó que “¿por qué si la LGE fue un gran acuerdo, una gran ley, por qué no la ponen en su franja? ¿Por qué no ponen su foto abrazados a Carlos Larraín y Michelle Bachelet como un acuerdo nacional? ¿Por qué no están orgullosos de la Ley? Pregunto, ¿todos los diputados y senadores que hacen puerta a puerta hasta ahora por qué no usan en el panfleto la LGE, por qué no le sacan punta a la ley que ustedes aprobaron? Los 10 diputados que votamos en contra dijimos que era un tremendo error”.

“Desde el 2006 que venimos diciendo con fuerza que la educación no es un negocio, que lo que se trata aquí es que tenemos que superar esta situación”, acotó.