La comisión de la ONU que estudia los abusos de los derechos humanos cometidos en Corea del Norte escuchó este miércoles en Londres el relato de varios exiliados y las penalidades que sufrieron para huir.

Los investigadores organizaron la audiencia en Londres tras varias similares en Seúl y Tokio.

Jihyuan Park, una mujer en la treintena, con gafas y voz suave, lloró al explicar como logró cruzar la frontera con China en 1998 para acabar siendo vendida como esposa a un hombre y su familia.

“Lo primero que me dijeron es que, ya que me habían comprado, podían hacer lo que quisieran conmigo”, dijo a la comisión mediante un traductor.

Park, que huyó de Corea del Norte después de que su hermano, soldado, tuviera problemas con sus negocios, dio a luz a un niño en China pero fue arrestada y le dijeron que iban a mandarla de nuevo a su país sin su hijo. Poco después, escuchó a su marido negociar con un traficante un precio para su hijo.

Park fue devuelta e internada en un campo de detención donde hizo trabajos forzados.

Pero logró de nuevo escapar a China y encontró a su hijo, que para su alivio no había sido vendido. De ahí logró escapar a Gran Bretaña, donde espera lograr la ciudadanía.

Otro exiliado, Song Ju Kim, narró sus cuatro intentos de escapar “porque no tenía ni comida”.

La hambruna mató a miles y miles de norcoreanos en los años 90 y todavía hay muchos que dependen de la ayuda humanitaria.

Kim explicó qué pasó cuando intentó por primera vez cruzar el frío río Tumen para llegar a China en marzo de 2006.

Atrapado inmediatamente por militares chinos, fue entregado a Corea del Norte donde fue golpeado a un nivel “infrahumano”.

Kim describió las terribles palizas que vio en el centro de detención, donde le ordenaban buscar entre los excrementos de los detenidos por si habían tragado dinero.

“Los guardias de la carcel nos decían que una vez entrábamos ya no éramos humanos, sólo animales”, explicó. No les dejaban ponerse de pie. “Tenías que gatear, como los animales”.

La alimentación consistía en una papilla hecha en parte de tierra. En su cuarto intento logró huir a China y llegó a Gran Bretaña de la mano de unos misioneros.

Pyongyang no ha permitido a la comisión entrar en el país y califica a los exiliados que han testificado como “basura humana”.

Encabezada por el juez australiano retirado Michael Kirby, se trata de la primera comisión de la ONU que investiga oficialmente los abusos en Corea del Norte.

Las próximas audiencias tendrán lugar en Washington el miércoles y el jueves de la semana que viene.