Brasil estudia la posibilidad de que aerolíneas internacionales vuelen rutas domésticas para ampliar la copada oferta aérea durante el Mundial de fútbol de 2014, dijo este martes el presidente del ente gubernamental de turismo (Embratur), Flavio Dino.

Hay un “debate interno” sobre el tema, dijo Dino a periodistas en una teleconferencia. “En el caso que las compañías brasileñas no puedan con la demanda, posiblemente abriremos para operadores extranjeros”, añadió.

La política de “cielos abiertos”, que “podría ser extendida” más allá de la Copa, permitiría que aerolíneas internacionales que vuelan regularmente a Brasil hagan también rutas entre y hacia otras ciudades del Mundial.

La medida, propuesta por Embratur hace un mes, sólo puede ser aprobada por la presidenta Dilma Rousseff.

Se espera que 600.000 turistas extranjeros viajen a Brasil para el Mundial, 30 veces más que en la Copa Confederaciones, que se celebró en junio pasado. Y en total, se estima que unos tres millones de personas se movilicen durante un mes entre las 12 ciudades sede, que enfrentan problemas con sus aeropuertos desbordados y obsoletos.

El mayor número de turistas vendrá de Estados Unidos, seguidos por los vecinos Argentina y Uruguay, y luego Alemania y Reino Unido entre los europeos, aunque Embratur espera aún por la data de la FIFA tener un cálculo más exacto de las personas que irán al Mundial, basado en la venta de boletos.

El gobierno calcula que el turismo en el Mundial generará unos 25.000 millones de reales (unos 11,5 millones de dólares) y a menos de un año del evento, trabaja para mantener los precios estables con un ente interministerial creado la semana pasada y que se reunirá por primera vez el jueves.

“Es importante reconocer la importancia del turismo”, dijo Dino, asegurando que 10 millones de trabajos dependen directamente de este sector.

Los paquetes al Mundial -que incluyen boletos aéreos y hospedaje- están en torno de los 10.000 dólares, lo que llevado a algunos extranjeros, sobre todo en Europa -afectada por una dura crisis económica- a desistir de viajar a Brasil.

Aunque Dino aseguró que es normal que en los períodos de temporada alta suban los precios, insistió en que “necesitamos criterios objetivos para esos aumentos”.

Algunos hoteles han aumentado sus precios para junio próximo hasta en 500%.

Por ley los hoteleros tienen la potestad de fijar sus precios e indicó además que el gobierno no tiene ninguna injerencia sobre la agencia de alojamiento de la FIFA, MATCH, que también ofrece paquetes para la Copa.

MATCH diseñó paquetes con unos 800 hoteles de las 12 ciudades sede poco después de que Brasil se adjudicara el evento en 2007. En agosto, Embratur dijo que había exhortado a los operadores de la FIFA para frenar los aumentos de precios, que calificó entonces de “estratosféricos”.