El subsecretario de Pesca respondió ante la problemática que afecta principalmente a los pescadores del estuario del Reloncaví y Golfo de Ancud, por el ataque de los lobos marinos a la pesca artesanal en la extracción de la merluza austral.

Un catastro de los zonas costeras que mantienen poblaciones de lobos marinos es lo que está realizando la Subsecretaría de Pesca y que espera, para fines de este año, se obtengan los resultados para poder controlar a las manadas que perjudican al sector pesquero de la región de Los Lagos, como también a otras zonas del país.

Por el momento, se han entregado algunas medidas para contrarestar la situación de los pescadores. Por ejemplo, se espera que para la primera semana de noviembre entre en funcionamiento un virador que levante los espineles de forma más rápida, para que así estos mamíferos tengan menos tiempo de destruir lo recolectado. También se reemplazarán herramientas de pesca por carnada artificial, indicó el subsecretario Pablo Galilea.

Durante esta semana, pescadores artesanales de la Caleta Anahuac, del sector de Calbuco y Carretera Austral, se reunieron con representantes del Consejo Nacional de Pesca, quienes propusieron, a través de fondos para la pesca artesanal, probar la tecnología del virador en altamar, tal como se hizo en sus inicios con el sistema de sonar para ahuyentar a estas especies, lo que no dio resultados.

Respecto al control de la actual sobrepoblación de lobos, se espera que una vez finalizado el estudio se puedan tomar determinaciones más efectivas para responder a las denuncias de los pescadores.