Más de uno de cada tres adultos en Estados Unidos es obeso, una cifra elevada que sitúa desde hace años a la obesidad entre los principales desafíos de sanidad pública del país, explica un informe publicado este jueves.

Según el informe del organismo federal de los centros de prevención de enfermedades (CDC), más de 78 millones de adultos -34,9%- eran obesos en 2011-2012, una cifra que casi no ha cambiado desde los años 2003-2004. La tasa de prevalencia era de 35,7% en 2009-2010.

La categoría de edad más afectada es la franja de 40 a 59 años, tanto para los hombres (39,5%) como para las mujeres (39,5%).

La obesidad se calcula en función del índice de masa corporal (IMC), es decir, la relación entre la talla y el peso, y se considera obesidad si el resultado es más de 30.

La condición constituye un gran desafío para la salud pública en Estados Unidos y cuesta 190.000 millones de dólares al año en gasto médicos, según un estudio de la Universidad Cornell.

La obesidad afecta igualmente a los niños, puesto que un tercio de los menores y adolescentes estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos, pero por primera vez en agosto pasado el CDC anunció un ligero descenso en los niños muy pequeños de familias de bajos ingresos.