Al menos 17 personas murieron el miércoles en Japón tras el paso de un potente tifón en la región de Tokio, 15 de ellas en la pequeña isla de Oshima, donde las autoridades estaban sin noticias de medio centenar de habitantes.

El tifón Wipha provocó fuertes lluvias y vientos violentos en la costa pacífica de la gran isla de Honshu, sobre todo en la región de la capital.

La televisión pública y la agencia japonesa Jiji informó de la muerte de al menos 16 personas y 51 estaban desaparecidas en Oshima, donde los corrimientos de tierras se llevaron por delante varias casas, en esta isla a 120 km al sur de la capital.

“Hemos confirmado la muerte de 13 personas y la cifra podría aumentar”, había explicado anteriormente un responsable de la policía local a la AFP.

Fuera de la isla, el cuerpo sin vida de una mujer de unos 40 años ha aparecido en un río del oeste de Tokio, según anunció la policía, por lo que el balance total de muertos se eleva a al menos 17 personas.

La mayoría de los cuerpos en Oshima fueron hallados entre los restos de casa de madera pulverizadas por el tifón, y dos en un río crecido por las precipitaciones.

Más de 82 centímetros de lluvia cayeron en 24 horas en esta pequeña isla del océano Pacífico.

Las autoridades seguían buscando a medio centenar de habitantes que estaban desaparecidos, añadió la televisión.

Imágenes difundidas por el canal mostraron escenas de desolación en ese islote turístico de 8.300 habitantes, donde grandes cantidades de lodo, árboles arrancados de cuajo y basuras diversas se acumulaban cerca de las casas y los residentes se encaminaban a los albergues.

“Los funcionarios municipales y los bomberos se ocupan de las operaciones en las zonas accesibles”, explicó un responsable local a la AFP. Numerosas zonas de la isla seguían están inaccesibles, según NHK.

Medio centenar de policías especializados en este tipo de operaciones fueron enviados desde Tokio como refuerzo, indicó la agencia japonesa Jiji.

Aparte de esta isla, se señalaba la desaparición de tres personas en la región de Tokio, dos jóvenes en una playa y un hombre de 50 años que tenía casa en una zona donde se produjo un corrimiento de tierras, precisaron las autoridades locales.

El miércoles el núcleo de Wipha no había tocado tierra firme y se encontraba encima del océano Pacífico, al este de la prefectura de Aomori, la región más septentrional de la isla de Honshu. El tifón, acompañado de vientos que alcanzaban los 180km/hora, se desplazaba hacia el norte-noreste y se alejaba poco a poco de las costas, según la agencia meteorológica japonesa.

A 220 km al noreste de Tokio, la empresa que gestiona la central nuclear accidentada de Fukushima ha vertido unos litros de agua de lluvia acumulados en el emplazamiento. Tokyo Electric Power (Tepco) aseguró que la radiactividad de ese líquido era inferior al tope legal.

En la central de Fukushima Daiichi llovía con violencia desde el martes, lo que hacía temer nuevos incidentes, sobre todo a causa del agua radiactiva que empapaba el emplazamiento antes de la llegada del tifón Wipha.

Tepco tomó ciertas precauciones, reforzó las fijaciones de los equipamientos y la vigilancia de las zonas inundables. La compañía una conferencia de prensa a última hora del miércoles.

El tifón trastornó los transportes, sobre todo en la megalópolis de Tokio, corazón de la tercera potencia económica mundial.

Las compañías aéreas japonesas anularon este miércoles cerca de 500 vuelos. Unos 30 trenes de alta velocidad tampoco salieron, como cientos de trenes diversos, anunciaron las compañías ferroviarias.