El reconocido director ruso inicia esta nueva etapa de la agrupación con un concierto que incluye obras de Tchaikovsky y Prokofiev.

La música rusa se apoderará del vigésimo concierto de la Temporada 2013 de la Orquesta Sinfónica de Chile que marca el debut de Leonid Grin como nuevo Director Titular de la agrupación orquestal. Reconocido músico de origen ruso, de vasta trayectoria internacional, Grin pondrá su sello a un programa que incluye obras de Piotr Ilyich Tchaikovsky y Sergei Prokofiev, “los dos más fantásticos compositores de la antigua y actual Rusia”, según el director. Este concierto se realizará los días viernes 18 y sábado 19 de octubre, a las 19:40 horas, en el Teatro Universidad de Chile.

El concierto partirá con la interpretación de dos emblemáticas obras de Tchaikovsky: la patriótica Marcha eslava que el compositor escribió para un concierto de beneficencia destinado a los voluntarios rusos heridos en el conflicto entre Serbia y Turquía, en el que Austria y Rusia fueron aliados de Serbia y seguirá con la Suite del célebre ballet El Lago de los Cisnes, cuya popularidad se mantiene hasta nuestros días y del que se han realizado innumerables versiones no sólo en danza, sino también en cine. Para cerrar, la Orquesta Sinfónica de Chile abordará la Sinfonía N° 5 de Sergei Prokofiev, compuesta en 1944 en plena Segunda Guerra Mundial.

Dirigir un programa con música de Tchaikovsky y de Prokofiev resulta muy especial para el Maestro Grin, quien pese a vivir durante las últimas tres décadas en Estados Unidos confiesa: “La música rusa corre por mis venas porque desde pequeño crecí con ella y siento que en Chile es muy bien recibida, quizás porque existen, en mi opinión personal, muchas similitudes entre la gente rusa y la chilena”.

Sergei Prokofiev declaró en 1945 que consideraba su Quinta Sinfonía como la culminación de un largo periodo de su vida creativa. “La concebí como una sinfonía sobre la grandeza del espíritu humano. Además, esta obra es de particular importancia para mí, porque marcó mi regreso a la forma sinfónica después de un largo intervalo”. En sus propias palabras esta obra es “un himno para un hombre libre y feliz, a sus maravillosos poderes y a su puro y noble espíritu” y agregó: “No puedo decir que haya escogido deliberadamente este tema. Nació en mí y me pedía expresión. La música maduró dentro de mí. Llenó mi alma”.

Por su parte, Tchaikovsky compuso su célebre ballet El Lago de los cisnes entre 1875 y 1876, por encargo de Vladimir Begichev, director de los teatros imperiales de Moscú. El argumento cuenta la historia de amor entre el Príncipe Siegfried y la bella princesa encantada Odette, condenada a convertirse en cisne todas las noches debido a un maleficio del malvado mago Rothbart.

El Lago de los Cisnes, con libreto original de Vladimir Begichev y Vasili Beltzer y coreografía de Julius Reisinger, fue estrenado en 1877 en el Teatro Bolshoi sin lograr mayor éxito. No obstante ocho años después, una nueva versión con coreografía de Lev Ivanov y Marius Petipa presentada el 15 de enero de 1895 con el Ballet Imperial en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, le brindó la fama y reconocimiento que la obra mantiene hasta hoy, en gran parte también gracias a la brillante composición musical de Tchaikovsky.

Entradas desde $5.000 general y $1.500 estudiantes, en boleterías del Teatro Universidad de Chile (Metro Baquedano, Plaza Italia) o a través de ticketek.cl. Más información en www.ceac.uchile.cl