Dos veces campeón mundial absoluto, seis veces del Sub-20 y dos de los Juegos Olímpicos, Argentina llega a la Copa del Mundo Sub-17 de Emiratos Árabes Unidos-2013 con la presión de levantar el único título que le escapa a su rica historia futbolística.

Máxima potencia de la categoría juvenil Sub-20, los chicos de la menor quieren pagar una deuda histórica pendiente con sus hinchas a nivel planetario, después de enviar un mensaje alentador con el título sudamericano logrado en su tierra, luego de los fracasos de las últimas generaciones Sub-17 y Sub-20.

Cuatro veces semifinalista en el Mundial Sub-17, que acabaron con tres medallas de bronce (Italia-1991, Ecuador-1995 y Finlandia-2003), Argentina viaje a los Emiratos con la esperanza de subirse al primer escalón del podio, en su duodécima participación, sobre quince, desde el primer torneo efectuado en China-1985.

Su última salida planetaria acabó con derrota en octavos de final, en México-2011, donde terminó consagrándose campeón el elenco anfitrión con pleno de triunfos.

Bajo la conducción de Humberto Grondona, hijo del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, los pibes albicelestes lograron la clasificación a Emiratos-2013 tras quedar contra las cuerdas en el último Sudamericano, en el que arrancaron con dos derrotas seguidas, pese a su localía.

Tras superar mucha presión de la prensa, que había vivido la eliminación en primera ronda del Sub-20 en el Sudamericano unos meses antes, la Sub-17 supo reponerse y acabó imponiéndose por delante de Venezuela, Brasil, ganador de las tres últimas ediciones del certamen, y Uruguay, los otros clasificados de la Conmebol.

Humberto Grondona fue duramente criticado por el pobre nivel de las primeras presentaciones y el mal comportamiento deportivo de sus pupilos en algunos partidos, pero se sobrepuso por su especial deseo de regalarle a su padre el único trofeo que no tiene en sus vitrinas.

“Este es un Mundial en el que se puede llegar lejos: quiero ir a buscar el título que le falta a la AFA”, afirmó el técnico de 56 años. “Pero también quiero ganar el Premio Fair Play, por todo lo que pasó y se dijo”, añadió en la prensa argentina.

Argentina, favorita a ganar el grupo E, se estrena el próximo sábado contra Irán en Dubái, para luego chocar con Austria tres días más tarde y cerrar la primera fase frente a Canadá, siempre en la misma ciudad, el 25 de octubre.

“Nuestro grupo es relativamente difícil, con tres equipos de buen nivel. Tenemos el objetivo mínimo de llegar a la final y nos prepararemos en consecuencia”, apuntó Humberto Grondona.

“No tenemos presión, sino motivación”, expresó al sitio de la FIFA por su parte el capitán del equipo, Sebastián Driussi, autor de cinco dianas en el último sudamericano.