Dos exobispos católicos, uno acusado de pedofilia y otro con denuncia de paternidad de una niña, están obligados a someterse a la justicia peruana y asumir su responsabilidad, afirmó este domingo Ana Jara, una influyente ministra de Perú.

“Las normas deben ser acatadas y cumplidas por todos sin distinción de confesiones religiosas o situación socioeconómica. De manera que el clero de la iglesia católica o protestante está obligado a sujetarse a las mismas”, dijo Jara, ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, a la agencia oficial Andina.

“Es lo menos que se puede hacer para no seguir abonando a favor de la impunidad”, añadió.

Gabino Miranda Melgarejo, miembro del Opus Dei, quien era obispo auxiliar de la ciudad surandina de Ayacucho, fue destituido el 5 de julio por el Vaticano por acusaciones de pedofilia, y se encuentra oculto en algún lugar de Lima.

Días después, el 20 de julio, el Vaticano aceptó la renuncia de Guillermo Abanto Guzmán, quien se desempeñaba como obispo general castrense. Abanto había sido citado por un tribunal de Lima para que responda sobre una demanda de paternidad, pero no se presentó.

La ministra Jara señaló que los exprelados deben ser los primeros interesados en aclarar su situación. “Someterse al debido proceso le sirve a toda persona para demostrar que no es culpable de lo que se le imputa, en caso de que así sea”, anotó.

“Quien no reconoce a sus hijos es altamente condenable, sobre todo si es un líder de una confesión religiosa que promueve principios y valores éticos. Él está obligado a reconocer a la niña y cumplir con sus obligaciones”, enfatizó.

En caso de que Abanto no aceptara admitir la paternidad de la menor, Jara dijo que instará al juzgado que ventila el caso a fallar a favor de la niña “que reclama con justicia un nombre y un apellido”.

En el caso de Miranda, acusado de pedofilia, la investigación judicial se estancó luego que se conociera días atrás que el fiscal Gary Chávez, encargado del caso, admitió que la documentación entregada por la iglesia peruana es insuficiente para poder determinar lo que ocurrió.