Un nuevo incendio en un taller textil de Bangladesh que confecciona ropa para grandes compañías occidentales causó siete muertos, informó este miércoles la policía.

Los bomberos lucharon toda la noche contra el fuego que arrasó la fábrica del grupo Aswad Knit Composite en Sripu, en las afueras de Dacca.

Algunas partes del edificio de dos plantas seguían ardiendo a primeras horas de este miércoles pero la policía asegura que la situación se encuentra bajo control.

La intensidad del incendio fue tal que era prácticamente imposible identificar los cuerpos.

“Dos cuerpos han sido encontrados y entregados a las familias. Otros cinco estaban carbonizados”, dijo a la AFP Amir Hosain, jefe de la policía local.

Según los obreros, el fuego pudo haberse desatado el martes por la noche por un problema en una máquina tejedora que ya se había incendiado otras veces.

Un corresponsal de la AFP encontró en el lugar varias libretas de pedidos con fecha de septiembre que contenían nombres de clientes como el estadounidense Gap, el británico Next, el sueco H&M, el australiano Target y el grupo Carrefour.

También halló una libreta de muestras de la marca George (grupo Walmart).

La mayoría de los 3.000 empleados de la fábrica se había ido cuando se desató el incendio, afirmó el responsable policial.

En noviembre de 2012, un incendio en la fábrica Tazreen causó 110 muertos. En abril pasado el derrumbe de un edificio de talleres de confección en los suburbios de Dacca ocasionó 1.129 muertos.

Bangladesh es el segundo exportador mundial de ropa y suministra sobre todo a grandes firmas como el estadounidense Walmart, el francés Carrefour o el sueco H&M.

Pilar de la economía, el sector, con sus 4.500 fábricas, representa el 80% de las exportaciones anuales que ascienden a 27.000 millones de dólares.

No obstante, las condiciones de trabajo y de seguridad incumplen las normas internacionales y los incendios son frecuentes.

La inmensa mayoría de los tres millones de trabajadores ganan un salario básico mensual de 3.000 takas (38 dólares estadounidenses), es decir, uno de los más bajos del mundo, y aún así fue gracias a un acuerdo entre sindicatos, gobierno y fabricantes firmado en agosto de 2010.

En septiembre pasado, miles de trabajadores se manifestaron durante cuatro días para reclamar un salario mínimo de 100 dólares por mes.