El nuevo primer ministro australiano enfrentaba el martes un escándalo debido a sus facturas de gastos, después de pedir el reembolso de cuentas para participar en competencias deportivas o matrimonios de sus colegas.

Tony Abbott, que llegó al poder a principios de septiembre, había prometido que su gobierno “no viviría por encima de sus medios”.

La semana pasada, el dirigente conservador tuvo que reembolsar 1.700 dólares australianos (1.183 euros) de gastos de transporte para ir a dos casamientos en 2006, que había puesto en sus cuentas de gastos.

La prensa australiana reveló el martes que también había reclamado 1.300 dólares australianos en concepto de transporte y alojamiento durante su participación en una competencia deportiva de triatlón.

Abbott, que era un simple diputado hasta comienzos de septiembre, también pedía todos los años el reembolso de sus gastos de transporte para participar en una carrera de caridad de 1.000 km a través de la Australia Rural, la Pollie Pedal.

El martes se defendió alegando que era “perfectamente legítimo” que el público pagase por su participación en acontecimientos caritativos y deportivos.

Pero ante el incremento de las críticas, agregó: “la gente debe ser prudente cuando pide reembolsos. Si surge la menor duda, la cuestión debe ser resuelta en favor del contribuyente”.