Unos dos millones de personas trabajan en la vigilancia y en la censura de internet en China, afirmó un diario de la prensa oficial que revela aspectos de este ejército secreto.

Muchas de estas personas disponen de un programa que permite seleccionar, con palabras claves, un enorme volumen de mensajes que circulan en las redes sociales chinas, precisó el diario Noticias de Pekín, en un artículo publicado el jueves.

Los “policías de la red”, pagados por los órganos de propaganda del gobierno y del Partido Comunista, así como por los sitios comerciales, se encargan de evitar que las redes sociales sirvan de espacio para criticar el régimen comunista o perturbar el orden establecido.

Sin embargo, a pesar de su gran número, estos agentes no pueden impedir que informaciones y comentarios no deseados por las autoridades chinas sean finalmente publicados y compartidos en la red.

El trabajo consiste en “vigilar y obtener información concerniente a los clientes”, indicó al diario uno de estos trabajadores, que rechaza la imagen de “agente secreto en línea”.

Las autoridades chinas refuerzan actualmente el control de las informaciones difundidas en las redes sociales.

Según una directiva recientemente adoptada por el poder, en el caso de que un microblog considerado ofensivo sea visto por 5.000 personas, su autor puede ser encarcelado.

Asimismo, los internautas chinos autores de un mensaje difamatorio compartido al menos 500 veces se arriesgan a una pena de tres años de prisión.