El papa Francisco instó este viernes a las parejas a perdonarse aún “cuando vuelen platos” tras recordar que “firmar la paz antes de acostarse”, puede salvar el matrimonio.

Desde la catedral de San Rufino en Asís, la pequeña ciudad del centro de Italia donde nació San Francisco, ante numerosos religiosos, obispos y laicos, Francisco volvió a abordar un tema central de su pontificado: “reconocer los propios errores, pedir perdón, aceptar disculpas”.

“Lo más importante es pedir perdón y aceptar las disculpas de los demás perdonando”, dijo el papa.

“A veces pienso en los matrimonios que después de tantos años se separan: nos hemos alejado”, comentó.

“Quizás no supieron perdonar a tiempo. A los nuevos esposos les doy este consejo: nunca terminen la jornada sin firmar la paz. Aún cuando hayan volado platos”, agregó.

Francisco aprovechó la ocasión para dar consejos a los religiosos, curas y obispos a los que advirtió contra las “homilías interminables, aburridas, de las que nada se entiende”.

A los obispos recordó que son “custodio del don de la armonía en la diversidad” y a los párrocos los invitó a “conocer las personas”.

“No se dejen bloquear por las rigideces o por el famoso ‘siempre se hizo así’”, dijo con tono amigable, similar al de Juan XXIII, conocido por su lenguaje simple.