Holanda anunció que inició una acción judicial para obtener la liberación de los 30 activistas de Greenpeace detenidos por Rusia en el barco “Arctic Sunrise” tras una protesta en una plataforma petrolera en el Ártico.

“El Arctic Sunrise navega con bandera holandesa por lo cual Holanda decidió iniciar hoy un procedimiento de arbitraje basado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Frans Timmermans, en una carta dirigida a los diputados holandeses.

Timmermans añadió que, si no se produce ningún avance en las próximas dos semanas, su país podría llevar el caso ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en Hamburgo, encargado de legislar sobre la citada Convención.

Los tripulantes del “Arctic Sunrise” quedaron detenidos en Murmansk (noroeste) y sus alrededores el pasado 19 de septiembre, cuando un comando de los guardacostas rusos abordó el buque en el mar de Barents (Ártico ruso).

Algunos de los activistas del barco habían intentado escalar una plataforma petrolífera del gigante ruso Gazprom para denunciar los riesgos ecológicos de su actividad, según la organización de defensa del medio ambiente Greenpeace.

La Haya considera que el asalto al barco y la detención de la tripulación son “ilegales”, ya que Rusa debería haber solicitado a Holanda permiso para detener el “Arctic Sunrise”, de bandera holandesa, explicó a la AFP un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Friso Wijnen.

Inculpados de piratería, los 30 activistas de Greenpeace que se encontraban en la embarcación (entre ellos dos argentinos y una brasileña) se enfrentan a penas de hasta 15 años de prisión.

Greenpeace reaccionó positivamente a la decisión holandesa: “Holanda ha tomado una postura firme a favor de la defensa de la ley y del derecho a la manifestación pacífica”, declaró en un comunicado Jasper Teulings, abogado de Greenpeace.