Endesa arriesga la clausura de la central Bocamina II en Coronel, luego que la Superintendencia de Medio Ambiente rechazara el programa de cumplimiento que presentó la empresa. El escenario es complejo para la termoeléctrica que enfrenta cargos calificados como graves en la nueva institucionalidad ambiental.

En febrero y marzo de este año se realizaron las inspecciones en la unidad generadora. En paralelo, se recibieron denuncias ciudadanas y del senador Alejandro Navarro, que fueron incorporadas al proceso.

La investigación llevó a formular cargos contra la central por no contar con una obra de descarga de riles del sistema de refrigeración que penetre en el mar 30 metros desde el borde de la playa; por emisiones de carbono que superaron el parámetro, emisión de ruidos molestos, y por no contar con el sistema de desulfurización de la Unidad I operativo.

Se le pidió a Endesa presentar un programa de cumplimiento en relaciones con todos estos puntos, que fue remitido junto a una serie de antecedentes adicionales. Sin embargo, la Superintendencia de Medio Ambiente rechazó esta presentación y remitió el proceso para ser sancionado.

Bethy Gómez, vocera de un grupo de vecinos del sector La Colonia de Coronel, cuya denuncia también está en el proceso, dijo que lamentablemente la central sigue operando de la misma forma.

El senador Alejandro Navarro señaló que el informe de fiscalización fue demoledor para Endesa, pero plantea dudas de que haya finalmente sanciones efectivas.

Los cargos han sido clasificados como graves por la Superintendencia, por lo que Endesa puede ser objeto de la revocación del permiso ambiental, clausura, o multa de hasta 5.000 Unidades Tributarias Anuales.

La empresa declinó pronunciarse en esta etapa del procedimiento pero trascendió que había sorpresa, sobre todo, porque el plan presentado involucraba una inversión de 61 millones de dólares.