A los más de 100.000 muertos por los combates en Siria, se suma una lista de daños colaterales irreparables: obras de arte y sitios históricos de gran valor caen en manos de ladrones o son destruidos por las bombas.

El Museo Metropolitano de Arte en Nueva York (MET) publicó esta semana una lista con las distintas piezas de arte que están en peligro. La iniciativa provino del Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés), en colaboración con la Unesco y el Departamento de Estado de Estados Unidos.

“Importantes sitios en Siria fueron destruidos o dañados. En Apamea, una ciudad romana en el sur, hubo un gran saqueo en el sitio arqueológico, alrededor de abril de 2011, y el antiguo alminar de Alepo fue prendido fuego unos meses atrás”, dijo Bonnie Burnham, presidenta del Fondo para los Monumentos del Mundo (WMF).

El alminar, que tenía casi 1.000 años de antigüedad, fue destruido en abril pasado durante los combates entre las fuerzas del gobierno y los grupos rebeldes. El enfrentamiento dejó a la mezquita repleta de agujeros producidos por las balas. Apamea sufrió un gran saqueo, dijo Burnham.

Las malas noticias no terminan allí. Debido a la guerra en Siria, una cuna de civilizaciones cuya herencia remite a los griegos, al Imperio Bizantino y al Imperio Otomano, muchos sitios históricos están amenazados.

En el centro de Siria, en Palmira, un oasis de ruinas romanas, dotadas de templos y columnas, ha quedado expuesta a los saqueadores y a la destrucción.

Del mismo modo, tanto el castillo Crac de los Caballeros, el cual se remonta a las Cruzadas y se encuentra en una colina en el oeste de Siria, como el casco antiguo de la capital Damasco, han sido afectados por la guerra.

Piezas halladas en Líbano y Jordania

En las seis regiones en Siria que integran el patrimonio mundial de la Unesco, existen 46 lugares y cientos de edificios históricos que corren peligro, según el Departamento de Estado norteamericano.

La lista, publicada recientemente, busca alertar a la policía, a los comerciantes de arte y a los coleccionistas para que estén “al tanto” de los objetos de arte que pueden estar en circulación, dijo Anne Richard, secretaria de Estado adjunta para Asuntos de población, refugiados y migración.

Richard habló el miércoles durante el lanzamiento de la lista en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

La funcionaria dijo también que la lista detalla artículos que no son robados, pero que provienen de museos dentro y fuera del territorio Sirio.

“La idea es tratar de ilustrar el tipo de piezas que pueden llegar a ser víctimas de los traficantes”, dijo Hans-Martin Hinz, presidente del ICOM.

En el listado se incluyen placas de bronce con inscripciones, estatuas hechas en piedra con metales preciosos, jarrones de cerámica piezas y mosaicos.

Para la directora general de la Unesco, Irina Bokova, “proteger el patrimonio es inseparable de la protección de nuestras vidas, tiene que ser parte del esfuerzo de la humanidad”.

Bokova dijo que algunas piezas fueron encontradas en el mercado de Beirut y Amán, pero no se ha hecho mucho al respecto.

La situación que atraviesa Siria, además de dramática, no es única. Ya se han escrito listas similares para Irak, Egipto y Afganistán. Los famosos Budas de Bamiyán, dos monumentales estatuas de Buda que datan del siglo VI, fueron destruidos por los talibanes en 2001.

Sheila Canby, a cargo del departamento de Arte Islámico del MET, destacó que se está perdiendo al menos una parte del patrimonio cultural de Siria.

“No se exactamente qué cantidad en cada lugar, pero lo que he visto en Apamea, por ejemplo, es chocante, horrible”, dijo Canby. “Es tan malo como en Afganistán”.