El Congreso de los diputados propondrá al gobierno español la posibilidad de cambiar su huso horario, retrasándolo 60 minutos como el Reino Unido o Portugal, para adecuarlo a la hora solar y tratar de aumentar la productividad.

Aunque geográficamente la mayor parte de su territorio se encuentra en el huso horario europeo occidental, como Portugal o Reino Unido, España utiliza la misma hora que la Europa central desde 1942, cuando el régimen fascista del general Francisco Franco adoptó el huso de la Alemania nazi.

“El hecho de que España, desde hace más de 71 años, no tenga el huso horario que le corresponde, da lugar a que madruguemos demasiado y durmamos casi una hora menos de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud”, analiza un informe de la Comisión de Igualdad del Congreso que se aprovará este jueves.

Esto “afecta negativamente tanto a la productividad, como al absentismo laboral, al estrés, a la siniestralidad y al fracaso escolar”, agregó.

Por ello, el informe, que incluye un gran paquete de propuestas para el gobierno destinadas a racionalizar los horarios laborales y aumentar la productividad, “recomienda valorar el coste y las consecuencias que podría suponer la vuelta al huso horario europeo occidental, en vigor en España antes de 1942″.

Esta anomalía horaria sería responsable también del peculiar comportamiento de la sociedad española en aspectos como la hora de comer, de terminar de trabajar o de acostarse, habitualmente más tardía que en el resto de Europa.

“Nuestro horario se rige más por el sol que por el reloj: comemos a la una de la tarde, hora solar, y cenamos a las ocho, aunque nuestro reloj indique que son las tres y las diez de la noche, respectivamente”, dice el informe.

Solventar esta disfuncionalidad y racionalizar los horarios laborales permitiría “disponer de más disponer de más tiempo para la familia, la formación, la vida personal, el ocio, y evitaría tiempos muertos en la jornada laboral”, señala el texto.

“Los resultados nos harían converger con Europa en muchos aspectos en los que hoy estamos sumamente alejados, y muy particularmente en productividad, en competitividad, en conciliación y corresponsabilidad”, concluye.