Al menos 44 nepalíes, trabajando en condiciones similares a la esclavitud, murieron entre el 4 de junio y el 8 de agosto en las obras del mundial de Qatar 2022 de fútbol, afirma el diario británico The Guardian el jueves.

Citando documentos de la embajada de Nepal en Qatar, el diario dice que más de la mitad de las víctimas murieron por crisis cardiacas o accidentes laborales.

La Confederación internacional de sindicatos (ITUC, por sus siglas en inglés) dijo al diario que, si se mantiene el ritmo actual, al menos 4.000 obreros inmigrantes morirían antes del torneo.

The Guardian dijo haber encontrado pruebas y testigos de que en una de las grandes obras de infraestructura del mundial las condiciones se asemejan a la esclavitud, pese a que faltan nueve años y todavía no arrancó la construcción de los estadios.

Algunos trabajadores nepalíes se quejaron de que no les han pagado o de que retienen sus salarios para asegurarse de que no huyen. Treinta de ellos han buscado refugio en la embajada de su país, huyendo de sus patrones.

Otros denunciaron que les confiscaron los pasaportes y no les dan documentos identificativos, e incluso que les niegan el agua, pese al calor infernal bajo el que trabajan, según el diario.

El comité organizador del Mundial dijo a The Guardian que estaba “profundamente preocupado” por las acusaciones.

Lo mismo dijo la FIFA, anunciando que contactará a las autoridades del emirato y discutirá “estas denuncias en el comité ejecutivo del 3-4 de octubre”, según un mensaje de la federación en twitter.

La decisión de la FIFA de dar la organización del mundial a Catar fue muy polémica y posiblemente este tenga que jugarse en invierno (boreal) para evitar el intenso calor.

Aidan McQuade, director de la organización no gubernamental Antiesclavitud internacional, que ha visto los documentos, dijo a la AFP que “son ciertamente indicativos de unas condiciones brutales de trabajo que no son buenas para nadie”.

“Son un indicio de trabajos forzados y parecen ir más allá. Es un secreto a voces, y no hay un esfuerzo concertado” de las autoridades cataríes “para detenerlo”.

McQuade pidió la adopción de tres medidas para acabar con la situación.

“Pedimos a las autoridades cataríes que eliminen el sistema ‘kafala’ que obliga a los empleados a trabajar para un solo empresario”, dijo.

“También deberían darles libertad de asociación para que puedan negociar mejores condiciones colectivamente, y deberían establecer un salario mínimo”, dijo.